Universidad Católica había anunciado profusamente que en el partido frente a Colo Colo recibiría el aliento de un hincha ilustre. Gary Medel, el volante que se formó en San Carlos, estaría en Santiago por dos razones: estaba suspendido en Italia, por la expulsión que recibió en el partido entre el Inter y Atalanta y, además, debía integrarse a la Selección, aunque no podrá jugar ante Colombia, pues aún le resta una fecha de castigo por la expulsión en Paraguay.

En Las Condes, todos esperaban su llegada, pero pocos sabían donde, efectivamente, iba a ubicarse. En la UC guardaron el secreto hasta último momento, lo que alimentó la ilusión de los fanáticos que esperaban, como en otras ocasiones, al Pitbull en la barra y tocando el bombo. Finalmente, el volante y sus acompañantes, en su mayoría familiares, llegaron cuando faltaba un minuto para el pitazo inicial y se sentaron en el palco oficial de Cruzados. Apenas advirtieron su presencia, los hinchas corearon su nombre.

En la tribuna, Medel se mantuvo tranquilo, aunque un tanto nervioso por el rendimiento del equipo de sus amores. A ratos, comentaba las jugadas con sus cercanos, pero en general miraba en silencio. Se inquietó con una llegada de Paredes que salvó Maripán y, luego, tomó un teléfono blanco para enviar algunos mensajes. Sonrió nerviosamente cuando Rivero elevó solo frente a Toselli. Algo le comentó a su padre, Luis.

Tan concentrado estaba, que prefirió no recibir una bebida que le ofrecieron, pese a que era de la marca que lo patrocina. Casi al término del primer tiempo, se llevaba los dedos a la boca, un clara señal de nerviosismo.

En el entretiempo, lució su rol de ídolo. Se fotografió con varios fanáticos y departió con Gerardo Reinoso. Con el volante argentino, quien brilló en los noventa en el club de la franja, los unía una amistad común. "Hablamos de Zanetti", reveló la Vieja.

A esas alturas. Medel quería salir del lugar, a comer y tomar algún refresco para capear la alta temperatura. El asedio no lo dejaba. Finalmente, un poco hastiado, consiguió su objetivo. Volvió al palco y se encontró con una desagradable sorpresa: Colo Colo se había adelantado, con el gol de Rivero. Ocupó otro puesto y mantuvo la actitud inicial. A los 75', aproximadamente, y con su equipo en desventaja, salió del lugar, por lo que tampoco vio el acierto de penal de Castillo.

La seguridad aprobó

La gran preocupación en materia de seguridd estaba puesta en el comportamiento de los hinchas cruzados, después del incidente que protagonizaron el fanático Cristóbal Astorquiza y el delantero de Audax Italiano Sebastián Pol. La UC adoptó varias medidas precautorias. El procedimiento aprobó casi sin reparos: sólo se registró un detenido. "Hubo sólo un detenido, por una orden pendiente. El duelo estuvo bastante tranquilo, no hubo incidentes", explicó el general de Carabineros Aldo Vidal, quien estaba a cargo del operativo. Tampoco hubo problemas con los fanáticos del Cacique. "Los 600 hinchas de Colo Colo llegaron en vehículos. El balance fue positivo", añadió el uniformado.

El dispositivo incluyó la presencia de diez guardias detrás de cada banca. Fue una exigencia para evitar que se repitiera la escena de Pol. También se utilizó un manga para proteger a los jugadores de eventules proyectiles. "La manga sirvió en el inicio. Creemos que eso hay que mejorarlo. Luego se demoró un minuto y medio en armarse y los jugadores no estuvieron dispuestos a esperar y salieron por su lado", cerró.