Las gestiones de Óscar Landerretche para que Nelson Pizarro continúe liderando Codelco volcaron nuevamente el foco noticioso hacia la mayor empresa del Estado y la principal productora de cobre del mundo. El futuro de Codelco, preocupación que marcó la discusión durante estos últimos dos años, debido a las inéditas pérdidas registradas, la baja del precio del cobre, el rol de la Ley Reservada del Cobre y los problemas con Contraloría, se apagaron en la medida en que la minera mejoraba en sus indicadores.
Pero el vuelco en sus resultados al tercer trimestre del año, con excedentes fuera de todos los pronósticos por US$ 1.614 millones, volvió a poner en la parrilla noticiosa un mensaje que al interior del mundo minero ha rondado durante este año: la continuidad de Pizarro en la presidencia ejecutiva de la cuprera. El nombre hasta ahora está bien evaluado tanto en el comando de Sebastián Piñera como en el de Alejandro Guillier, pero, pese a eso, su continuidad es un tema que no se ha discutido abiertamente en ninguna de las dos candidaturas, menos considerando que queda una semana para la segunda vuelta presidencial.
El mensaje oficial, sin embargo, fue entregado la semana pasada por el propio Landerretche, quien señaló en Bloomberg, en el marco de la conferencia internacional Asia Week, que ha sostenido conversaciones con parlamentarios de las distintas coaliciones para que Pizarro se mantenga en Codelco durante un período de transición, el cual podría extender por unos dos años más.
"Muchos, entre los que me incluyo, estamos promocionando la idea de que Nelson continúe como máximo responsable un par de años, si es posible", dijo en la oportunidad. Y agregó que incluso ha tratado personalmente de persuadirlo para que no se retire.
Al interior de la minera se dice que Pizarro, que actualmente tiene 77 años, está a favor de que la minera viva un proceso de transición ordenado hacia el nuevo gobierno corporativo, por lo que estaría dispuesto a mantenerse en la minera siempre y cuando se den ciertas condiciones, como, por ejemplo, seguir contando con sus colaboradores de confianza y también que se dé garantía de que la estatal tendrá recursos para desarrollar su millonario plan de inversiones.
Uno de sus grandes argumentos, cuentan cercanos al presidente ejecutivo, es quedarse para ver operativa la nueva fase de Chuquicamata, inversión estrella de Codelco, que está avanzando y que transformaría a la mina a rajo abierto más grande del mundo en una operación subterránea, traspaso que comenzaría hacia el año 2019.
Además, querría dejar avanzados proyectos relevantes para la estatal, como Traspaso Andina, pensado para comenzar a operar hacia 2020, y el Nuevo Nivel Mina de El Teniente, proyecto que en términos de ingeniería ha sido muy complejo y al que Pizarro le ha dedicado buena parte de su tiempo.
La decisión aún no está tomada, pero el propio Pizarro ha variado sus respuestas cuando se le ha consultado, pasando de "quítame 10 años y te diría que sí, pero eso no se puede", hasta señalar que el futuro es incierto y que él no lo conoce.
Visiones contrarias
Las gestiones de Landerretche han tenido miradas distintas desde el mundo de los presidenciables. En el equipo de Sebastián Piñera, donde los temas mineros están siendo liderados por el ex subsecretario de Minería, Francisco Orrego, la visión de una transición no desagrada. De hecho, miembros de la coalición indican que una potencial continuidad de la presidencia ejecutiva, que se extienda por unos años, es incluso algo recomendable, porque evitaría que se produzca algún cambio generalizado en la segunda línea ejecutiva de la corporación, dado el impacto que eso genera en la organización.
Además, indican que sería favorable, ya que así no se pierde la continuidad ni tiempo para retomar iniciativas relevantes, como sucedió desde el paso de Thomas Keller a la presidencia ejecutiva de Nelson Pizarro, estiman al interior del comando de Piñera.
En todo caso, recalcan que la gestión de la empresa radica en su directorio y no en el gobierno de turno. Por tanto, indican, "ese es un tema que deben resolver el propio directorio de Codelco y Pizarro".
Pese a eso, ya habría algunos nombres dando vueltas en la industria como potenciales sucesores de Nelson Pizarro. Uno de ellos es Jorge Gómez, actual presidente ejecutivo de Collahuasi, quien, además de estar bien evaluado en el comando de Piñera, cuenta con el aprecio de Pizarro. De hecho, recuerda un ejecutivo de la industria, el propio Nelson Pizarro le ha propuesto la sucesión en varios eventos mineros.
Gómez conoce Codelco, pues en la administración de Diego Hernández se hizo cargo de la naciente vicepresidencia de Operaciones de la zona centro-sur, la que tenía a cargo las divisiones Teniente, Andina y Salvador, las que en ese período registraron muy buenos resultados. Además, cuenta con el aprecio de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), gremio que lidera Raimundo Espinoza, quien es muy cercano a Gómez.
Otro nombre que estaría circulando es Iván Arriagada. El actual presidente ejecutivo de Antofagasta plc también conoce Codelco. Fue vicepresidente de Finanzas cuando Thomas Keller dejó el cargo, en 2012, para asumir la presidencia ejecutiva de la estatal tras la salida de Hernández.
En cambio, en el equipo minero de Alejandro Guillier, liderado por Leonardo Lavanderos, director de la Corporación Sintesys y donde están también el ex Sernageomin Alejandro Vio, el ex director ejecutivo del Centro de Investigación Minera y Metalúrgica de Chile (CIMM), Sergio Villegas, y el actual vicepresidente ejecutivo de Enami, Jaime Pérez de Arce, entre otros, hay visiones contrarias. Esto, porque una rama considera que el trabajo realizado por la dupla Landerretche y Pizarro ha sido buena y que, por lo tanto, no sería extraño que se mantengan en sus cargos. "Pizarro, pese a su edad, tiene la energía y las capacidades, por eso, no sería extraño que siguiera o, por lo menos, sería lo apetecible", señala Sergio Villegas.
Mientras, otros expertos califican las gestiones de Landerretche para promocionar a Pizarro como "inapropiadas" y que incluso han generado molestias al interior del comando. Esto, porque hay algunos que han sido críticos del trabajo de la dupla, ya que si bien destacan la fuerte contención de costos aplicada por Pizarro, critican el estancamiento en cuanto al desarrollo de los proyectos estructurales.
Futuro de Codelco
Donde sí hay coincidencias entre los presidenciables es en el futuro de Codelco. Ambos candidatos quieren potenciar a la minera, con el objetivo de que se mantenga como la número uno del mundo en la producción de cobre.
En el programa de Piñera se habla de Codelco del siglo XXI, donde se quiere profundizar la autonomía de la minera, "dándole mayor independencia a su gobierno corporativo respecto de los cambios de gobierno y dotándolo de mayores herramientas para gestionar con eficiencia la actual diversidad y complejidad de la corporación", explica Francisco Orrego.
En el caso de Guillier, Villegas indica que quieren tener un Codelco potenciado hacia el año 2020. Para eso, también se buscará fortalecer el gobierno corporativo de la estatal, "teniendo directores capaces y con conocimiento minero", indica el experto.
También ambos comandos quieren liberar a Codelco de la mochila que implica costear la Ley Reservada del Cobre. En el comando de Guillier buscarán derogar la norma, decisión que ha tenido consenso transversal, pero indican que en contrapartida, será necesario idear un mecanismo que le asegura al Estado un plan estructural de financiamiento estratégico para la defensa nacional.
Mientras que en el comando de Piñera se buscará reemplazar la Ley Reservada, "de modo que el monto base de utilidades para la política de dividendos sea representativa de las utilidades de la empresa", detalla Orrego.
En ese sentido, indica, se buscará definir una política de dividendos estables y de largo plazo para la minera, con el fin de que cuente con recursos necesarios para desarrollar sus planes.
Por el lado de Alejandro Guillier, el equipo minero está analizando estrechar la brecha que existe en los porcentajes del flujo de caja que pueden reinvertir las mineras privadas, que llega a un 40%, versus la realidad de Codelco, cuyo porcentaje está en torno al 10%.
En términos de financiamiento, ambos comandos también recalcan que los recursos estarán siempre y cuando exista un plan de inversiones racional y eficiente.
"En la medida en que Codelco empiece a generar mayores utilidades al Estado, ahí se empezaría a pensar en lo que viene hacia adelante en términos de inversión", recalca Villegas. Añade que "para que el Ministerio de Hacienda entregue los fondos, Codelco tiene que demostrar menores costos y mejorar productividad", elementos que han sido mejorados en esta gestión, recalca.
En la otra vereda, Orrego señala que uno de los elementos esenciales al momento de analizar las inversiones es que estas generen buenos retornos en el mediano y largo plazo. "Es necesario definir un programa de inversiones realista para Codelco y al alcance de los recursos disponibles, acompañado de una fuerte prioridad en obtener el máximo rendimiento de los activos existentes", detalla.
En cuanto a la deuda, la que hoy supera los US$ 14.000 millones, también se está pensando en reducirla, con el objetivo de mejorar su perfil financiero. "En la medida en que Codelco vaya saneando su deuda, el posicionamiento financiero internacional de la empresa y del propio Estado provocará un cambio positivo", dice Villegas. Sin embargo, recalca que dado el mejor escenario que está mostrando el precio del cobre y la propia empresa, "vemos que Codelco no tendría necesidad de endeudarse y podrá ir pagando su deuda y sus compromisos de acuerdo a lo establecido".