Se escribió de la selección chilena el 5 de marzo de 2014: "Un equipo que enamora", "un equipo que presenta candidatura para pasar de ronda en el Mundial". Y la Roja, increíblemente, acababa de perder por 1-0. El tema es que aquella derrota fue contra la Alemania que meses después se tituló campeona del orbe y, según confesión de los mismos especialistas germanos, ningún otro rival los complicó tanto en ese año de gloria para la Mannschaft.
Hoy, ambas escuadras se vuelven a enfrentar. Exactamente 1.205 días después de aquel amistoso. Con presentes muy distintos para cada una. La chilena es bicampeona de América y la alemana es una versión alternativa y más joven de la monarca mundial. Por qué no decirlo, choque de dos potencias actuales a nivel planetario, como reconoce el propio entrenador de los teutones, Joachim Löw, quien busca hoy un récord de 100 victorias con el combinado adulto de su país.
"Chile es uno de los equipos más potentes del mundo. Posee unos jugadores fantásticos. Es un equipo muy flexible y eso es lo que lo hace más fuerte. No tiene posiciones fijas", expuso el adiestrador alemán.
Es una revancha para la Roja, pero también un partido clave en el desarrollo del Grupo B de la Copa Confederaciones. El que gane prácticamente asegura el paso a semifinales, dependiendo de lo que suceda con el otro duelo de la fecha, entre Camerún y Australia.
Para el Equipo de Todos es una prueba en serio, la oportunidad de seguir mostrándose al mundo. Lo dijo Arturo Vidal ayer, en la conferencia de prensa oficial previo al compromiso (ver página 33): este choque le puede servir a la Selección para seguir mostrándose a todos los continentes. Se trata, por cierto, de los dos elencos con mejor ranking FIFA de la Copa Confederaciones. También los dos extremos del torneo en cuanto al promedio de edad. Los germanos son el plantel más joven (24 años, promedio) y los nacionales son el más viejo (28,7).
Cambio de altura
Ayer, Pizzi finalmente paró el equipo que pretende ocupar hoy frente a la versión junior de los campeones mundiales. A ultima hora sorprendió trabajando con un cambio de nombres y de esquema. Macanudo entiende que el juego de hoy se gana en el mediocampo y por lo mismo decidió poblar más esta zona con el ingreso Pablo Hernández.
¿El damnificado? José Pedro Fuenzalida. La idea es ganar buen pie en el centro y, además, sumar altura en las pelotas detenidas, ya que el Tucu se destaca en el grupo por su cabezazo. Eso preocupa al cuerpo técnico, ya que los adversarios de hoy, además de tener un estilo agresivo, destacan también por su juego aéreo, algo que siempre complica al conjunto nacional.
Lo que sí confirmó el seleccionador criollo es la presencia de Alexis Sánchez en la ofensiva: "Los médicos y los kinesiólogos son los que me autorizan o no para que pueda usar a los jugadores. En este caso, de Alexis me han dicho que está disponible y contemplamos que pueda ser de la partida". El entrenador también ratificó que Bravo se quedará en el banco y que Johnny seguirá siendo el titular en el arco. Eso sí, el capitán ha evolucionado de su lesión.
Todo está listo para el partido más atractivo de la fase de grupos de la Confederaciones. Alemania vs. Chile, que hoy se miran frente a frente. Hace no mucho, algo totalmente impensado.
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