El rostro de Juan Antonio Pizzi está tenso. Son cerca de las 13 horas. Pocos minutos antes, la página de la ANFP anunció la lista de 19 nominados del extranjero que ha eloborado. El seleccionador ingresa al auditorio y se sienta en solitario frente a la mesa. Toma aire y suspira ante unos 30 periodistas. Abre bien los ojos ante cada pregunta. Está a la defensiva. No parece el de siempre. Ríe poco. Levanta la voz incluso en ocasiones. Está nervioso. Le cuesta encontrar el término preciso. Se hace asesorar: "¿Cómo es la palabra? Reservada, esa misma". Anuncia que llega armado de recortes de prensa con los que pretende dejar en evidencia a los preguntadores: "Se los mostraré. ¿Dónde están? Los olvidé". Da la sensación de que se ha preparado concienzudamente la comparecencia. Pero la ansiedad se nota. Le gana. Habla de su contrato, lanza reproches a sus superiores y desdice las versiones de sus subornidados.
Contradice al capitán
"¿Qué responsabilidad tiene usted en que el equipo haya perdido su esencia y su humildad?". Antes de terminar de escuchar la pregunta, Pizzi niega con la cabeza. Luego afirma: "No hemos perdido ni la humildad ni la unión. Podemos jugar bien o mal, pero la humildad y la dedicación no la hemos dejado, eso lo descarto por completo". "Pero no es una afirmación del periodismo; lo dijo el mismo Claudio Bravo", replica el redactor. Pizzi insiste: "No hemos perdido ni la esencia, ni la humildad, menos el sacrificio. Mi bandera de profesión es la humildad. Siempre he sido claro que tengo mucha consideración y respeto por todos los rivales. Acá no existe relajo, este equipo no ha perdido el espíritu de competir. Jugamos mal, cometimos errores. No creo que en el período que pasó se haya perdido el hambre y la ambición que tiene este grupo de jugadores".
Se escapa de Aránguiz
Aránguiz dijo el pasado miércoles que no sabía que Pizzi lo fuera a visitar. El viernes, una vez fue publicada su confesión en La Tercera, dijo que sí, que el seleccionador lo llamó para verlo el lunes. ¿Cómo es posible algo así? ¿Delata improvisación? Pizzi apela a las evasivas: "Cuando llegamos en febrero del año pasado puse como condición la necesidad de realizar una serie de viajes para estar en contacto con los jugadores. Eso se hizo de determinada forma, contemplando el camino que seguía. Este último viaje estaba contemplado y dependía de cómo nos fuera en la Copa Confederaciones".
Palo a Sampaoli
En el camino de justificar su viaje de última hora a Europa, Pizzi se distanció de su antecesor. No lo nombró, pero todo el mundo entendió a quién se refería : "Necesitaba conversar con los jugadores de distintas cosas, temas que corresponden a mi trabajo. No soy de andar mostrando lo que hago día a día, ni me ando sacando fotos con los jugadores que me junto. Mi forma de trabajo es muy reservada".
Críticas a la ANFP
Juan Antonio Pizzi nunca había criticado a sus jefes. Solía evitar el conflicto. Ayer no ocultó su molestia por algo que había avisado con insistencia y nadie le resolvió. Tampoco nombró explícitamente a quién falló, pero es evidente que el palo fue hacia arriba: "Me preocupa el estado de la cancha del Monumental. Sé que hay un concierto y que habrá lluvia. Hemos tratado de destacar las necesidades que tenemos de que todas las condiciones ajenas vayan en la misma línea de conseguir el objetivo. Que la cancha no esté en buenas condiciones, afecta. No es lógico que el escenario donde se jugará un partido tan importante se realice un recital, esta situación excede a lo que uno puede sugerir".
La continuidad
La pregunta sobre si era consciente de que se jugaba el puesto de trabajo en estos dos partidos no faltó. Y Pizzi acudió a su contrato para explicar que todos los supuestos están muy claros. "No hablo de mi contrato. Pero vence en octubre, si no clasificamos.Y en noviembre, si hay repechaje. Si vamos al Mundial, se extiende hasta julio. Ése es mi contrato. Yo vivo en Chile, mi hija va al colegio acá. Desde que vine en enero que vivo acá, me gusta estar acá".
Autogestión
Tras el tropiezo de la última doble fecha, un mensaje caló en el vestuario de la Roja. Les tocaba resolver la crisis del equipo por su cuenta. Bravo lo criticó. Pizzi negó que la autogestión del plantel fuera posible: "Todas las decisiones que se toman dentro del terreno de juego llevan mi firma".
Falta de liderazgo
Los días libres de la Roja, la sensación de que acudir a la selección es un período de vacaciones y libertinaje también fue tema de la conferencia. ¿Falta de autoridad del técnico? "¿Quién dice que me falta liderazgo? Si no lo dice nadie no perdamos el tiempo de eso. Si lo dice la gente, ellos acceden a información que le dan los periodistas y que no sé de dónde la sacan. Tengo una forma de trabajo que ha sido exitosa y que me enorgullece".
Alexis, intocable
¿Pizzi se atreve con todos? Ante Paraguay y Bolivia, Alexis no estuvo en su mejor nivel. ¿Es intocable Alexis? "En el mundo del fútbol no hay intocables. Sí hay expectativas sobre rendimiento y en base a eso uno toma decisiones. Pero no hay intocables, salvo alguna excepción. No es el caso aquí en la Selección".