La familia del fallecido Marvin Gaye finalmente puede celebrar. Esto porque tras meses de juicio, lograron determinar que la canción Blurred Lines fue un plagio de Got to Give It Up.
De esta forma, los artistas Robin Thicke y Pharrell Williams perdieron la millonaria demanda, debiendo pagar junto a sus disqueras, US$ 7,3 millones.
Pero adicionalmente, los demandantes esperan que las ventas de la canción se detengan mientras se acuerda cómo se distribuirá la ganancia para ellos.
"Vamos a pedir al juez que emita una orden judicial que prohíba la venta y distribución de Blurred Lines hasta que podamos llegar a un acuerdo con la otra parte sobre cómo se recibirá los dineros futuros y cómo serán compartidos" señaló el abogado Richard Busch a revista Rolling Stone, esperando que eso se concrete en el plazo de una semana.
Mientras, la familia de Gaye se mostró satisfecha por el resultado del caso. "Espero que la gente entienda que esto significa entregar a Marvin el crédito que merece por lo que hizo en 1977", señaló la ex esposa del cantante, Janis Gaye.
El juicio por plagio concluyó este martes, cuando un tribunal de Los Angeles determinó que Thicke y Williams infringieron las leyes de derecho de autor del desaparecido Marvin Gaye.
Busch señaló además que la "el Sr. Williams y su equipo legal representaron esto como la copia de un estilo o una sensación. (...) Ese no fue el caso, ya que el jurado determinó que fue la copia de una composición musical. Melodía y armonía, la línea del bajo y el teclado, entre otras cosas", explicó.