Las labores de perforación en la mina San José se encuentran detenidas momentáneamente para realizar tareas de mantenimiento a las tres máquinas perforadoras.

Es así como el Plan A, la Strata 950, se encuentra eliminando los desechos que extrae tras las perforaciones.

Sin embargo, el Plan B, correspondiente a la máquina T-130, debió detenerse ya que esta madrugada volvió a desprenderse uno de sus martillos a las 3 de la madrugada, lo que se habría producido por la dureza del suelo.

En tanto, se estima que la petrolera RIG-421, que excava un túnel de unos 70 centí­metros de diámetro realizando en paralelo el encamisado, en el denominado Plan C, continuará las faenas a partir de las 21.00 horas.

"El caso del Plan B, hemos alcanzado los 111 metros. Hemos detenido esta operación, hemos tenido nuevamente un problema con uno de los bit de perforación, se nos volvió a soltar uno de ellos. Por lo que la perforación la detuvimos a eso de las 3.30 de la mañana", explicó el encargado de las labores de rescate, André Sougarret.

"Lo que estamos viendo es que el proceso de inclinación que tiene este pozo está sobreexigiendo los martillos de perforación, y por lo tanto, estamos haciendo los refuerzos de manera tal de que que esta situación la podamos eliminar o minimizar", agregó el ingeniero.

De irregular avance, la perforadora T-130 tuvo su primer inconveniente durante la perforación inicial el pasado 9 de septiembre, cuando el desprendimiento de un trozo de metal a 268 metros de profundidad, y su posterior extracción, causaron un retraso de cuatro días.

No obstante, el pasado 17 de septiembre hizo contacto con el taller del fondo de la mina, constituyéndose como la primera máquina de rescate en alcanzar el objetivo.

CAPSULAS
Por otro lado, continúan los preparativos para la fase final del plan de rescate, especí­ficamente, a través de la presentación de las cápsulas "Fenix", desarrolladas por los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) y que serán las encargadas de extraer a los mineros desde las profundidades del pique de oro y cobre por los conductos que se están perforando.

Las cápsulas, que tienen 2,5 metros de alto y pesan 250 kilos, permiten ejecutar un plan alternativo en la eventualidad de que queden estancadas en el túnel, pues de ocurrir eso, los mineros serí­an rescatados con el uso de un arnés.

Además, esta jornada debí­an llegar a la mina dos expertos en izaje provenientes de Australia. Los expertos van a determinar cómo sacar a los mineros, qué rescatistas van descender a las profundidades para ayudar a los mineros y el orden de salida conforme al estado de salud.