El proyecto más ambicioso del tenis chileno en los últimos años comienza a materializarse. Este martes, a partir de las 10.30, Marcelo Ríos y Nicolás Massú empezarán su trabajo con las selecciones menores, que se preparan para las distintas giras del circuito Cosat.

Si bien todavía están en tramitación los recursos que se obtendrán a través del Plan de Desarrollo Estratégico del Ministerio del Deporte, la Federación de Tenis decidió adelantar el inicio del proyecto, para que las promesas cuenten con una óptima preparación de cara a las numerosas competencias subcontinentales del próximo año.

La inversión en este centro de selecciones es de $ 250 millones anuales. A ello también se sumarán mejoras en infraestructura.

"A pesar de que todavía no nos aprueban los recursos del proyecto en el Ministerio del Deporte, decidimos adelantarlo en beneficio de los jugadores que tienen que competir en el circuito Cosat, en enero. Siempre dijimos que  queríamos tener a Marcelo y Nicolás trabajando con nuestros menores y así va a ser", dice José Hinzpeter, presidente de la FTCh, quien destaca: "Nosotros vamos a buscar a los mejores talentos y trataremos de darles todo lo que necesiten para que puedan desarrollar su carrera".

De este modo, la idea es que ambas figuras supervisen a cerca de 30 adolescentes, quienes entrenarán en las dependencias de la Federación de Tenis, todos los martes y jueves de diciembre. Así, los ex jugadores tendrán a cargo a las selecciones masculinas Sub 12, Sub 14, Sub 16 y Sub 18. Mientras que Belus Prajoux y Alex Rossi ocuparán los miércoles y viernes para trabajar con las distintas categorías femeninas. Todo bajo la atenta mirada de Massú.

En ambos casos, las promesas también estarán acompañadas por sus entrenadores, quienes se coordinarán con el staff técnico de la Federación. Además, tendrán a disposición un equipo multidisciplinario para trabajar.

La motivación de Massú

El inicio de este proyecto tiene muy entusiasmado a Nicolás Massú. El capitán del equipo chileno de Copa Davis agradece esta posibilidad, pues le permite tener mayor claridad sobre su futuro como técnico.

"Como entrenador, este año quería tomármelo con tranquilidad. Estuve trabajando con unos chicos rusos durante unas semanas en Miami, pero siempre he querido estar aquí en Chile, al lado de una cancha. Y esto es muy bueno, porque 11 meses de espera para una Copa Davis es mucho tiempo, y me permitirá estar ocupado trabajando con jugadores jóvenes", señala.

Por otra parte, cree que es muy valioso poder desempeñarse con este grupo, porque simplificará los procesos futuros: "Me entusiasma estar con ellos y darles una mano. Además, es importante conocerlos antes, porque si alguno llega a la Copa Davis tendré mayor información y será una ventaja para trabajar".