El gabinete japonés aprobó la primera estrategia nacional de energía desde el accidente nuclear de Fukushima de hace más de tres años, designando a la energía atómica como una importante fuente de electricidad para un país que tiene escasos recursos.
El plan de 78 páginas describe las políticas sobre la producción y provisión de energía atómica, energía limpia y otras fuentes. El documento se basa en las recomendaciones de un grupo de 15 miembros, compuesto en su mayor parte por académicos.
"Cada fuente de energía tiene sus propias características, y ninguna es perfecta en términos de suministro estable, costo, impacto medioambiental y seguridad", dijo Toshimitsu Motegi, el ministro de Economía, Comercio e Industria realizada después de la aprobación.
"Apuntamos a una estructura de oferta y demanda de energía que sea realista y bien equilibrada", apuntó.
Fukushima puso en tela de juicio la posición de Japón en política energética y generó temores respecto de la seguridad de los reactores y de la dependencia del país de la energía atómica.
La energía nuclear constituía casi la tercera parte de la electricidad de Japón antes del accidente, y el país planeaba construir más reactores para cubrir la demanda.
El nuevo plan destaca el papel de la energía atómica en el futuro de Japón y lo califica de importante fuente de suministro de electricidad, además de subrayar la tarea de reiniciar los reactores ociosos, luego de que se confirme su seguridad.
Suministro de energía
"Es esencial recuperar con rapidez un sistema de suministro de energía estable y de bajo costo mediante el reinicio de los reactores cuya seguridad esté confirmada", dijo en una declaración Akio Mimura, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Japón.
Si bien la nueva política establece que Japón reducirá todo lo posible su dependencia de la energía nuclear, no planta objetivos específicos para cada fuente.
Japón buscará introducir energía limpia en niveles superiores a los objetivos anteriores, según el informe. Un plan, que se publicó en 2010, contemplaba que Japón obtuviera alrededor del 20% de su electricidad a partir de energía limpia para 2030.
"La nueva Política Básica de Energía de Japón, que el gabinete aprobó hoy, es producto del acuerdo entre el gobierno y los políticos", dijo Hisayo Takada, un activista de clima y energía de Greenpeace Japón, en una declaración en la que criticó la política como un plan básico de apoyo para las compañías de servicios y la industria nuclear.
Los combustibles fósiles constituyen en la actualidad aproximadamente el 90% de la generación de electricidad de Japón, según cifras gubernamentales.