A comienzos de los 60, el pintor Roberto Matta le hizo un regalo a la Universidad Técnica del Estado, la actual Universidad de Santiago: el mural Vivir enfrentando las flechas. Pese a que durante años estuvo abandonado en un pasillo, hoy se exhibe en su ubicación original, las oficinas de la rectoría.
Medio siglo después, las imágenes espaciales que Matta plasmó en este mural regresan a la Usach. En los jardines del Planetario de la universidad se acaba de inaugurar una instalación en homenaje al pintor. Se llama Los universos de Matta y consiste en un cubo de espejos y vidrios transparentes en los que están dibujadas las imágenes del mural. "Matta tiene toda una iconografía cósmica y galáctica, que está representada en este mural y está relacionada con la astronomía", precisa Haydée Tomic, directora del Planetario.
Este cubo de espejos de grandes dimensiones es la primera instalación del Parque Astronómico, un proyecto con el que el Planetario busca introducir elementos más lúdicos a su oferta y aprovechar las áreas verdes que lo rodean. La idea es convertir sus jardines en una especie de museo al aire libre, con una muestra integrada por instalaciones que acerquen de forma entretenida los conocimientos de la astronomía y las ciencias relacionadas.
La primera fue el cubo en homenaje a Matta y la próxima será un reloj de sol de grandes dimensiones, que será donado por un astro fotógrafo. "Estos relojes tienen una línea vertical y la idea es que las personas se paren sobre esta plataforma y que sea su propia sombra la que haga el efecto del reloj", explica Domic.
Aún no se sabe la ubicación exacta dónde se instalará este reloj, pero la idea es que las obras se distribuyan a lo largo de las áreas verdes que están entre la entrada del recinto y la casona del Departamento de Geografía, que está justo detrás del Planetario. El resto de las instalaciones tampoco están definidas, pero el objetivo de la institución es conseguir los recursos a través de proyectos de fomento a la divulgación de la ciencia. Fue así cómo se financió Los Universos de Matta: los $ 12,5 millones que costó fueron entregados por el comité mixto del gobierno y el Observatorio Europeo Austral.
"Queremos complementar la visita interior al Planetario con lo que hay afuera. Será un espacio lúdico, donde la gente se podrá sentar a disfrutar y jugar", asegura su directora.
El objetivo se consiguió desde el primer día: el jueves ya habían niños jugando al interior del cubo, cuyos diferentes espejos crean numerosos efectos, como imágenes superpuestas. En su techo, la instalación también recrea el cielo que había la noche que nació Roberto Matta, el 11 de noviembre de 1911, cuando fue posible apreciar estrellas como Cruz del Sur y Orión.
La subdirectora de Desarrollo del Planetario, Carolina Díaz, anuncia que desde noviembre se impartirá un taller donde los niños podrán armar un cubo similar y dibujar constelaciones.