Señor director:
Desde tiempos inmemoriales, la tradición indígena americana utiliza plantas modificadoras de conciencia -como la ayahuasca, cactus de San Pedro y peyote- para usos terapéuticos y espirituales. Ellos las llaman "medicinas de visión".
Es por esto que en Estados Unidos y México el peyote está permitido para uso ceremonial, y en Colombia, Perú, Bolivia y Brasil -entre otros países-, se permite el uso de ayahuasca con el mismo fin.   En Chile, en cambio, hace pocos días se declaró culpable de tráfico de drogas a un ingeniero que presidía ceremonias de sanación con el cactus de San Pedro. Así, a quienes ofrecen ceremonias con este tipo de plantas se les persigue como criminales altamente peligrosos para la sociedad. Esto sólo da cuenta de lo atrasados que estamos en libertades individuales, entendimiento del mundo indígena y tolerancia a aquello que difiere de la cultura judeo-cristiana.
Raúl Charlín