Playboy dejó de cotizar hoy en la Bolsa de Nueva York tras cuatro décadas en el mercado y después de que su fundador, Hugh Hefner, lograra hacerse con la gran mayoría de las acciones de la empresa editora de la famosa revista, a la que quiere revitalizar.
El empresario de 84 años ofreció el pasado 10 de enero US$6,15 por cada acción que aún no tenía de Playboy, de la que ya controlaba el 69,5% de las acciones de clase A y el 27,7% de los títulos de clase B.
En un comunicado, Icon Acquisition anunció que finalmente se adjudicó 18.915.951 acciones más a través de esa oferta, que expira este mismo viernes tras el cierre del mercado.
Así, Hefner ya controla el 88,7 % de los títulos de la entidad (combinados los de clase A y B), así como con el 97% de las acciones con derecho a voto.
Ante el escaso número de acciones que quedan cotizando libremente en el mercado, la entidad gestora de la Bolsa de Nueva York, NYSE, suspendió la negociación de las acciones de clase A antes de la apertura del mercado, donde lleva cotizando desde 1971.
Todas las acciones que no hayan sido entregadas a Icon Acquisition cuando este viernes expire la oferta serán canceladas, aunque los accionistas minoritarios que aún tengan algún título de Playboy podrán reclamar igualmente el cobro en metálico de US$6,15 por cada uno.
"Con la finalización de esta transacción Playboy cierra un ciclo y vuelve a sus raíces como una compañía no cotizada", dijo al presentar su oferta el propio Hefner, quien creó la empresa en 1953. Añadió que esta adquisición "proveerá de los recursos y flexibilidad necesarios para que Playboy vuelva a su posición única y se expanda por todo el mundo".
Hefner lanzó una propuesta inicial de US$5,5 por título en julio de 2010 (lo que supuso valorar a la empresa en US$184 millones), pero poco después la firma propietaria de Penthouse ofreció US$210 millones por Playboy, lo que obligó a su fundador a elevar la oferta hasta US$6,15.
Finalmente, el consejo de administración de la publicación decidió que fuera su fundador quien controlara la empresa, que mantendrá a Scott Flanders como consejero delegado y se centrará en tratar de revitalizar el negocio, afectado por el creciente descenso de la publicidad y el aumento de contenidos para adultos en internet.