La actividad del sector manufacturero de China cayó a un mínimo de 11 meses en marzo, por una contracción de las nuevas órdenes, mostró un sondeo privado, apuntando a una persistente debilidad de la segunda mayor economía mundial que podría motivar llamados a una política más expansiva para fomentar el crecimiento.

El índice preliminar de gerentes de compra (PMI) de HSBC/Markit cayó a 49,2 puntos en marzo, por debajo del umbral de 50 puntos que separa al crecimiento en la actividad de una contracción según una base mensual.

Economistas consultados por Reuters habían previsto una cifra de 50,6, levemente inferior al PMI final de febrero de 50,7.

"Una nueva caída en el total de nuevos negocios contribuyó a una expansión más débil de la producción, mientras las compañías siguen reduciendo su fuerza laboral", dijo Annabel Fiddes, economista de Markit.

"Las compañías manufactureras siguieron beneficiándose de una caída en los costos de las materias primas, derivada de la baja de los precios globales del crudo. Sin embargo, una demanda relativamente débil de los clientes ha llevado a las empresas a traspasar sus ahorros en un intento por fomentar nuevas obras, y reducir sus precios de venta en una tasa similar", agregó.

Las acciones en China y Hong Kong cayeron después del sondeo industrial.

El sondeo sugirió que los manufactureros enfrentan considerables desafíos por una demanda doméstica más débil y riesgos deflacionarios.

El subíndice de nuevas órdenes cayó a un mínimo de 11 meses de 49,3 en marzo. Las nuevas órdenes de exportaciones descendieron por segundo mes consecutivo, aunque a un ritmo menor.

Las presiones sobre el mercado laboral siguieron aumentando, con una contracción del subíndice de empleo por decimoséptimo mes consecutivo, alcanzando su menor nivel desde el apogeo de la crisis financiera global.

Los líderes de China han dicho que probablemente estarían dispuestos a tolerar un crecimiento más bajo, siempre y cuando el mercado laboral resista.

La economía enfrenta crecientes presiones bajistas este año, pero la desaceleración se está estabilizando y el empleo y los servicios están entre los puntos destacados, dijo el domingo el viceprimer ministro Zhang Gaoli.

Se espera que el crecimiento de China se desacelere a un mínimo de 25 años de aproximadamente un 7 por ciento este año respecto al 7,4 por ciento del 2014, presionada por un enfriamiento del sector inmobiliario, un exceso de capacidad del sector manufacturero y una enorme deuda de los gobiernos locales, aún con las medidas previstas de estímulo adicional.

Hasta el momento, los datos del 2015 indican que la nueva meta de crecimiento podría estar en riesgo.

El crecimiento económico anual podría desacelerarse a un 6,85 por ciento en el primer trimestre, desde el 7,3 por ciento del cuarto trimestre del 2014, dijo el domingo la Academia China de Ciencias Sociales, un grupo de expertos del Gobierno, en un reporte de investigación.

El organismo espera que el crecimiento se desacelere a un 6,8 por ciento en el segundo trimestre.

El gobernador del banco central, Zhou Xiaochuan, en tanto, advirtió sobre flexibilizar la política monetaria de manera abrupta, diciendo que eso podría socavar las reformas estructurales.

El banco central ha recortado sus tasas de interés dos veces desde noviembre y redujo la tasa de requisitos de reservas, además de una serie de otras medidas fiscales y monetarias para apoyar la economía en el 2014. Se esperan más medidas similares en los próximos meses.

El Gobierno también planea operar en el 2015 con su mayor déficit de presupuesto desde la crisis financiera global para fomentar el gasto, pero analistas dudan que la inversión se recupere con fuerza este año dado que los gobiernos locales están presionados por grandes deudas.