El 1 de octubre, la economía española contendrá el aliento. Para ese día está contemplado que se realice el referéndum de independencia convocado por el Parlamento local de la Comunidad Autónoma de Cataluña, el que ha sido catalogado como "inconstitucional" por el gobierno hispano.

La atención está puesta en el hecho de que el peso catalán dentro de la economía ibérica es indiscutible. De acuerdo a cifras del INE español, Cataluña es la Comunidad Autónoma que más aporta al PIB de la nación, con una participación de 19 % (211.915 millones de euros o US$ 253.244 millones, el PIB de Chile alcanza los US$ 258 mil millones), y concentra el 25% de las exportaciones, a fines de 2016. En otras palabras, es la región más rica y productiva del reino. Además, tiene un gran tejido de empresas familiares y es una importante incubadora de empresas tecnológicas. El año pasado recibió 16 millones de turistas extranjeros, o sea, un 25% del total de los que visitaron España.

De acuerdo a estimaciones del FMI para 2017, la economía española, medida a paridad de poder de compra, es la decimosexta más grande del mundo y la cuarta de la Unión Europea si se excluye al Reino Unido.

Eso sí, el 54% de las exportaciones catalanas son hechas por empresas grandes, algunas de las cuales ya han anunciado que abandonarían la región en caso de ocurrir una secesión. El problema es que este traslado no necesariamente tendría que ser a otra región española.

Entre las mayores compañías catalanas están CaixaBank, Gas Natural Fenosa, Abertis, Banco Sabadell, Grifolis e Inmobiliaria Colonial, todas con una representación importante en el Ibex-35 de la Bolsa de Madrid. Fuera de este índice, también destacan Aguas Barcelona, Catalana Occidente, Grupo Godó y Casa Taradella, entre otras. Por lo demás, Cataluña cuenta con su propia Bolsa, la segunda de mayor importancia dentro de España, luego de la plaza madrileña.

Entre las empresas extranjeras que tienen presencia en Cataluña se encuentran General Electric y Cisco, entre otras. Varias han anunciado que podrían cambiar de hogar en caso de haber problemas en la zona.

Endeudamiento

Pero Cataluña también es la segunda comunidad más endeudada de España (después de Valencia), con pasivos equivalentes al 35,2% de su PIB regional. Los partidos secesionistas culpan al gobierno central de esta situación, argumentando que Cataluña estaría subsidiando al resto del país, especialmente a la capital.

En las últimas dos décadas el peso de Madrid en el PIB español ha aumentado un 15% (a 210.812 millones de euros o US$ 252.000 millones) frente al 3,2% de Cataluña, según cálculos del Círculo de Empresarios de España, en base a cifras oficiales. Y es más, si bien los catalanes tienen la mayor economía de España, bajan al cuarto lugar cuando se trata de ingreso per cápita, ranking que lidera, precisamente, Madrid.

De concretarse el plebiscito y ganar la opción "secesionista", la región quedaría en un estatus político de independencia "de facto", pero integrada a España "de jure". Es por ello que los bancos internacionales están preocupados. JPMorgan aconsejó vender bonos españoles por la confusión que se podría generar. Luego de la emisión del informe, representantes de Santander y Sabadell, entre otros bancos, se reunieron con sus pares del banco americano para bajar el perfil al asunto, e indicarles que el referéndum es un "fiasco". Goldman Sachs, por su parte, cree que la opción separatista ganará y que ello pone en riesgo la incipiente recuperación económica española.N