Luego de que el Ministerio de Transportes anunciara que, a través de un plan integral, buscará reducir el nivel de evasión de 34,6% a 30% en tres meses, entre abril y junio próximo, el debate sobre la viabilidad de la medida -de corto plazo- quedó abierto.
Para Rodrigo Martin, especialista en transporte urbano de la Universidad de Santiago (Usach), "una reducción de cinco puntos es lo mismo que podría haber por un error estadístico al calcularlo. Tener una meta con un objetivo tan bajo y tan poco medible es muy difícil de defender", afirmó.
Entre las acciones que contempla el plan para disminuir la evasión, está incrementar el número de buses con torniquetes tipo mariposa e implementar más zonas pagas.
Louis de Grange, director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Diego Portales (UDP), tiene un reparo sobre esta última medida, pues explica que las zonas pagas "son más caras, y quizás el costo de hacerlas sea más elevado de lo que se gasta por la evasión".
Alejandro Tirachini, ingeniero civil en Transportes de la Universidad de Chile, agregó que "la meta para tres meses me parece bien. La idea es que en el mediano plazo se proponga una meta más ambiciosa, porque Transantiago debe aspirar a tener un nivel de evasión menor al 10%", señaló.
Nuevas estrategias
Para De Grange, hay dos cosas que son esenciales para acabar con la evasión. En primer lugar, "hay que eliminar los buses articulados, porque tienen muchas puertas y es más fácil evadir". Añadió que "el principal fiscalizador debería ser el conductor, porque a ellos se les ha quitado mucho poder".
En la misma línea, Tirachini remarcó la importancia de "aumentar significativamente la fiscalización, implementar nuevas formas de pago, como abonos semanales o mensuales, y tener una tarifa social para los usuarios de menores recursos, en un 50% por ejemplo". Además sostuvo que también sería bueno realizar un campaña de concientización social, pues "todo el dinero que no ingresa al sistema se podría materializar en bajas a la tarifa y mejoras del servicio".
En tanto, el académico de la Usach afirmó que "el ideal sería decir 'vamos a bajar 10 puntos en un año', pero con medidas concretas".
