David Beckham finalizó su gira de cinco días por China, donde fue nombrado embajador de la liga local para mejorar la imagen de este deporte, aunque la prensa del país asiático se muestra escéptica sobre los resultados que la millonaria contratación del astro inglés pueda producir.

Beckham visitó Beijing, Qingdao y Wuhan, donde miles de aficionados acudieron a sus entrenamientos y actividades promocionales, con las que se busca sobre todo acercar a los jóvenes chinos a una liga manchada en los pasados años por escándalos de corrupción.

"Beckham, un jugador británico que está cerca del fin de su carrera, no representa realmente la situación de China", publicó el diario oficialista "Global Times".

El periódico también se pregunta si era necesario gastar 2,6 millones de dólares, o 2 millones de euros (la cantidad no confirmada que según se rumorea ha costado contratar a Beckham) para una gira que aumenta más la fama del inglés en China que la de la maltrecha competición doméstica. 

"Se ha hablado más de su familia, sus tatuajes o su físico que de fútbol", comentaba un profesor de la Universidad de Deportes de Pekín, citado por el diario.

La principal imagen de la gira, por ejemplo, fue el resbalón y posterior caída que el sábado sufrió en uno de los entrenamientos, empeñado en jugar con traje, corbata y zapatos en todos los partidillos con jóvenes promesas chinas.

Se espera que el jugador de 37 años visite tres veces China este año para promocionar el deporte en el país y al mismo tiempo mejorar la imagen de la liga nacional en el exterior.