El supuesto "desaire" del Presidente estadounidense, Barack Obama, al primer ministro británico, Gordon Brown, tras negarse cinco veces a mantener una reunión privada en Nueva York, desató hoy mucha polémica en Gran Bretaña, pero la oficina ministerial de Downing Street buscó restarle importancia al hecho.
Según la BBC, los funcionarios de Brown intentaron "desesperadamente" acordar la reunión entre Obama y el premier británico en el marco de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Sin embargo, no lograron que el Presidente estadounidense aceptara reunirse con el jefe del gobierno británico, en tanto que Obama se entrevistó con los mandatarios de Japón, China y Rusia, en un claro "desaire" a Londres, según los analistas y expertos.
Esos mismo analistas atribuyeron en "desaire" al enojo de Washington por la liberación por parte de Gran Bretaña del único condenado por el atentado aéreo contra un avión de la línea PanAm en Lockerbie, en 1988, el libio Al Megrahi.
Tras la polémica generada por el caso, Downing Street afirmó que los reportes acerca de un "desaire" diplomático "no tienen fundamento alguno".
"Ambos mandatarios discutieron sobre una amplia gama de temas en la cena del martes tras la cumbre sobre cambio climático (en la ONU)", destacó un portavoz de Brown.
De acuerdo a la BBC, el encuentro entre ambos gobernantes "ocurrió en una cocina de la ONU y duró sólo algunos minutos".
Según el vocero oficial, Brown y Obama co-dirigirán una reunión "importante" este jueves sobre Pakistán, y seguirán dialogando esta semana durante la cumbre del G-20 en Pittsburg.
La emisora británica informó que el primer ministro británica quería ser recibido por el presidente de Estados Unidos, de la misma forma éste último lo hizo con los mandatarios de Japón, China y Rusia.
"Pero la Casa Blanca rechazó los reportes acerca de que Brown recibió una menor prioridad que otros gobernantes", agregó.
Cualquier información acerca de problemas en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Gran Bretaña "son totalmente absurdos".
"El presidente Obama y el primer ministro Brown disfrutan de una relación excelente, hablan regularmente sobre una amplia gama de los temas más difíciles que enfrentan sus dos naciones, y se reúnen frecuentemente", dijo por su parte un portavoz oficial en Washington.
El supuesto desaire ocurrió pocos días después que Obama calificó la liberación de Al Megrahi por parte de Escocia como "un error".