En 2012, Australia se convirtió en el primer país del mundo en uniformar las cajetillas con un mismo color y que la advertencia ocupe el 100%. La medida generó que la intención de dejar de fumar pasara de 22% a 37%, gracias a la aparición del empaquetado estándar.
La advertencia en Chile hoy ocupa el 50% del paquete, 20% más de lo recomendado por el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco. Para la industria, este sería el "techo", pero para las autoridades, algunos legisladores y ONG, la sugerencia del convenio es sólo el "piso" desde donde se deben aumentar los esfuerzos para frenar una epidemia que cobra la vida de 45 chilenos al día, sin contar el daño colateral a los fumadores pasivos.
Los buenos resultados del modelo australiano son seguidos con atención desde Chile, por eso la mayoría de los senadores de la Comisión de Salud, instancia donde se discuten las nuevas modificaciones a la legislación del tabaco, no dudaron en aprobarla y el Ministerio de Salud respalda la norma que establece que las advertencias ocupen una superficie del 100% en sus caras principales. Las modificaciones, incluida ésta, ahora deben ser vistas por la Sala del Senado esta semana.
El primer informe del Senado sobre la discusión en torno a los cambios a la legislación del tabaco disponible en la web de la Cámara Alta, da cuenta de todos los puntos a favor y en contra de esta medida que complica a la industria.
El jefe de la División de Políticas Públicas de la subsecretaría de Salud Pública, Tito Pizarro, dijo que del caso australiano recogerán las experiencias positivas que puedan aplicarse en Chile.
La autoridad recordó que a un año de la aprobación de dicha medida en Australia, la prevalencia de fumadores se redujo en 5%. Esa disminución, agregó, es la meta que se ha propuesto lograr el Ministerio de Salud (Minsal) recién en el año 2020, por lo que ha generado mucho interés en las autoridades nacionales esta experiencia.
Aunque la norma en principio apunta al porcentaje de advertencia en la cajetilla, el senador Guido Girardi, planteó que es de suma relevancia que se imponga a las tabacaleras la exigencia de contar con envases de cigarrillos genéricos, puesto que el factor más atrayente de un producto es la marca. Por eso sugirió que se disponga en la nueva ley la obligación de la utilización de cajetillas genéricas, cuyas especificaciones serán reguladas mediante un decreto expedido por intermedio del ministerio.
El director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BAT), Carlos López, en tanto, argumentó que en el tema de las advertencias gráficas, Chile ha sido más estricto en su regulación, toda vez que la OMS sólo exige que abarquen 30% de la superficie total y el país está en 50%. Además, señaló que no existe evidencia científica que compruebe que las características del empaque genérico con grandes advertencias tenga efecto en la reducción del consumo.
Para BAT, la medida es desproporcionada, inefectiva e ilegal. El ejecutivo afirmó que es ilegal, porque el Convenio Marco consigna que los países no pueden, con la finalidad de implementar sus recomendaciones, contrariar obligaciones internacionales ni las normativas constitucionales locales.
Recordó que cinco países han denunciado a Australia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la implementación de una normativa sobre empaquetado genérico e insistió que una medida de ese tipo sería contraria a la libertad económica y a la propiedad industrial. En este contexto, sostuvo que sería conveniente esperar lo que decida la OMC en el caso australiano , antes de implementar nuevas medidas al respecto.
El senador Girardi dijo no temer ante futuras acciones judiciales de las tabacaleras.