La actriz de 28 años, Amanda Bynes, volvió a quedar bajo la tutela de sus padres tras un proceso judicial.
La ex estrella de Nickelodon fue calificada como un riesgo para sí misma y para otros, según indicó un informe policial al que accedió TMZ.
Según el reporte de los padres, Bynes gastó "cantidades alarmantes" de dinero comprando joyas para otras personas. En este momento su patrimonio asciende a los US$ 5,7 millones, de los cuales US$ 2,8 millones salen de sus bienes raíces.
Además, Bynes ha tenido un comportamiento errático que la llevó a ser detenida por manejar en estado de ebriedad, robar y tener conductas violentas en la vía pública.
Bynes fue internada en un centro de salud mental el 14 de octubre pasado, tras lo cual sus padres comenzaron a gestionar su tutela.
Lo mismo ocurrió a fines de 2013, cuando sus progenitores tomaron el control de la joven tras protagonizar numerosos escándalos, como incendiar una propiedad en la ciudad de Thousand Oaks (California), y tener deudas por más de un millón de dólares.