El polémico Lou Dobbs, presentador de CNN, desató las iras de grupos de corte liberal que le acusan de airear en su programa rumores y "falsedades" para poner en duda que el Presidente Barack Obama sea nacido en Estados Unidos.

Al igual que Moveon.org, la organización Southern Poverty Law Center (SPLC, en inglés) cree que Dobbs desprestigia a CNN al haberse hecho eco en su programa vespertino de las tesis de los llamados "birthers", que tratan de sembrar dudas sobre la legitimidad de la Presidencia de Obama, y quiere su despido.

El director de CNN, Jon Klein, no ha respondido a la carta enviada hace ocho días por Richard Cohen, director del SPLC, pidiendo que despida a Dobbs, dijo hoy Booth Gunter, un portavoz del grupo de corte liberal.

"La cadena debe sacar del aire a voces irresponsables", agregó Gunter.

En su carta a Klein, Cohen acusó a Dobbs de difundir "falsedades y racistas teorías de las conspiración" y afirmó que si CNN se precia de ser "respetable", no debería emplear a reporteros que difunden "propaganda falsa".

"Es hora de que CNN elimine al señor Dobbs de sus transmisiones", aconsejó Cohen en la misiva.

El telón de fondo de este asunto es la campaña de grupos conservadores que exigen que por internet y por radio, así como en anuncios y carteles en las carreteras, que el presidente Barack Obama demuestre con "pruebas" que nació en Hawai.

La Constitución permite la candidatura presidencial únicamente a quienes hayan nacido en territorio estadounidense y, según estos grupos, Obama nació en Kenia su padre fue un inmigrante de ese país y, por lo tanto, no puede seguir gobernando.

La directora del Departamento de Salud de Hawai, Chiyome Fukino, afirmó el lunes que vio el certificado de nacimiento de Obama, que confirma que el mandatario nació en Honolulu el 4 de agosto de 1961.

Los archivos originales, señaló Fukino, "verifican que Barack Hussein Obama nació en Hawai y es ciudadano estadounidense de nacimiento. No tengo nada que añadir a estas declaraciones o a las que hice inicialmente en octubre de 2008".

Pero sus palabras no han aplacado la polvareda levantada por grupos de derecha en los tribunales y en los medios de comunicación.

Lou Dobbs, conocido por su incesante campaña contra los inmigrantes indocumentados, se involucró en la controversia y el pasado día 15 exigió ver el certificado de nacimiento "original".

En general, los líderes republicanos, reducidos a la minoría en el Congreso, y reconocidos comentaristas conservadores como Bill O'Reilly y Ann Coulter han buscado distanciarse de lo que han tachado como una "locura".

Preguntado sobre la insistencia de estos grupos, que en inglés se hacen llamar "birthers", el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo el lunes que sus acusaciones son producto de una "ficción sin sentido".

La polémica no parece haber ayudado a atraer audiencia a Dobbs.

Con datos de la empresa Nielsen, el diario "The New York Observer" ha señalado que, desde el inicio de la controversia, el programa de Dobbs ha tenido una caída del 15 por ciento en su audiencia total y de un 27 por ciento en el codiciado grupo de televidentes de 25 a 54 años de edad.