Gran polémica causó en febrero de 2015 el anuncio del investigador italiano Sergio Canavero, al afirmar que en un plazo de dos años sería capaz de realizar por primera vez en la historia un trasplante de cabeza de un ser humano a otro cuerpo.
Aunque en principio parecía una idea descabellada, Canavero tenía las cosas claras. Desde 2013 ya había anunciado los buenos resultados de sus experimentos en animales, que gracias al procedimiento lograron vivir varios días con la ayuda de respiración asistida, y sus cálculos indicaban que la cirugía tendría una duración de 36 horas e intervendrían 150 médicos, a un costo total de 15 millones de dólares (unos 10 mil 200 millones de pesos).
Dos meses después de dar a conocer su ambición, se dio a conocer al primer candidato al macabro procedimiento: Valeri Spiridónov, un paciente ruso aquejado de una grave enfermedad genética que ataca las neuronas motoras, y en septiembre del mismo año también se entregó la fecha final de la operación, fijada para diciembre de 2017.
Ya en 2016, en mayo se indicó que no sería el ruso el primero en ser trasplantado, sino un chino. Esto, por varias razones: el procedimiento sería menos costoso en el país asiático, y el gobierno ha apoyado experimentos en más de mil ratones, realizados por el Dr. Ren Xiaoping del Harbin Medical University.
Sin embargo, el apodado "Dr. Frankenstein" tiene otros planes. Según señaló, tiene la intención de realizar el procedimiento en Alemania (el mismo país de la obra literaria del monstruo de Mary Shelley), que junto a Francia y el Reino Unido serían los únicos países en contar con la tecnología que posibilite este tipo de operaciones.
"Me gustaría llevar a cabo esta operación sin precedentes en Alemania. (...) Me encuentro haciendo las gestiones para que el gobierno local me ayude a realizar la primera anastomosis Cefalosomática en la historia humana en estas tierras", anunció.
"La estructura mecánica que conectará la médula espinal es producida en Alemania. ¿Por qué no tomar este salto en la historia médica aquí?", agregó.
Canavero tiene pensado dar a conocer a su equipo, formado por médicos de China, Corea del Sur y Rusia, en algún momento de junio en Maryland, en Estados Unidos.
En cuanto al procedimiento, la técnica consiste en enfriar la cabeza y el cuerpo del donante para detener la muerte celular, mantener la espina dorsal del paciente conectada a la cabeza luego de separarla con un corte limpio, y unirla con la espina dorsal del cuerpo "receptor" utilizando un compuesto llamado polietilenglicol. Posteriormente, el cuerpo estaría en coma inducido durante varias semanas, tiempo durante el cual se espera que los músculos y los nervios crezcan y se conecten. Según Canavero, el paciente podrá girar su cabeza y hablar al poco tiempo de la cirugía, pudiendo caminar luego de un año.
Aún así, expertos han afirmado que, de sobrevivir, es posible que en el futuro el paciente sufra algún tipo de parálisis.
El primer trasplante de cabeza fue realizado en 1970 en un mono, pero el animal fue incapaz de moverse ya que las médulas espinales no estaban conectadas, falleciendo a los ocho días.