Ocho horas después del atentado ocurrido en La Rambla, Barcelona, el foco de atención se centró en la localidad de Cambrils, en la provincia de Tarragona, a 118 kilómetros de la capital de Cataluña.
Eran la 01.30 de la madrugada de hoy cuando Los Mossos d'Esquadra alertaron a los ciudadanos de la localidad, a través de redes sociales, que había un operativo en curso y que no salieran a la calle.
Finalmente, se trató del intento de un nuevo ataque terrorista, según afirmó la policía. Cuatro sujetos a bordo de un vehículos se saltaron un control policial, lo que dio inicio a una persecución, en la que efectivos dieron muerte a los cuatro individuos y a un quinto que iba a pie. Durante el operativo, los atacantes arrollaron a seis transeúntes, dos de los cuales permanecían en estado de extrema gravedad, y dejaron a un funcionario de seguridad herido.
Según fuentes policiales citadas por la agencia EFE, los sujetos llevaban atados a sus cuerpos cinturones presuntamente explosivos. Especialistas en bombas realizaron explosiones controladas de los artefactos.
La policía indicó que la principal hipótesis es que tanto el atentado en Barcelona como el de Cambrils están vinculados a una explosión que ocurrió la madrugada del jueves en una casa en la localidad de Alcanar, en Tarragona, que dejó el saldo de un muerto, seis heridos y el inmueble totalmente destruido. Se presume que en la vivienda preparaban explosivos con varias artefactos de butano para efectuar atentados.