Un efectivo de la denominada policía local afgana, al parecer vinculado con la insurgencia, mató a nueve de sus compañeros de armas en la provincia oriental de Paktika, específicamente en el distrito de Yhaya Jel y luego escapó.

Los talibanes reivindicaron el ataque mediante un comunicado en su página web, y precisaron que el agresor, identificado como Sanaulá, estaba infiltrado en la milicia progubernamental.

"Tras el ataque contra las 'marionetas' (denominación talibán para las fuerzas de seguridad y las milicias favorables al gobierno) huyó con un vehículo policial cargado de armas y municiones", dice el texto.

Las milicias locales han sido, a pesar de su apoyo al Ejecutivo afgano, un dolor de cabeza para Kabul por las continuas denuncias efectuadas contra estos cuerpos, que escapan del total control de las autoridades.

Hace medio año, la ONG Human Right Watch (HRW) denunció en un informe que las milicias y los cuerpos de policía locales potenciados por el gobierno afgano con el respaldo de EEUU han cometido "serios crímenes" con impunidad.

"El gobierno afgano ha respondido a la insurgencia reactivando las milicias, que amenazan las vidas de los afganos de a pie", según HRW, que acusó al Ejecutivo de no efectuar "una adecuada supervisión" de sus acciones.