La policía alemana descartó hoy que el mercadillo navideño en la ciudad de Potsdam evacuado ayer tras hallarse en una farmacia próxima un paquete sospechoso fuera objetivo de un posible atentado.
"Según los primeras investigaciones, nuestros expertos consideran más bien improbable que el mercadillo fuera un objetivo", informó la policía del estado federado de Brandeburgo en su cuenta de Twitter.
Lo más probable es que el paquete, que contenía un envase cilíndrico con un centenar de clavos, cables y un petardo, pero carecía de detonador, tuviera como objetivo la farmacia en la que fue entregado por un mensajero o a un empleado de la misma, informó la cadena n-tv.
"Se está investigando en todas las direcciones. La Oficina Regional de Investigación Criminal ha abierto una investigación por intento de provocar una explosión", agregó la policía.
Las fuerzas de seguridad, que detonaron ayer de forma controlada el paquete, tratan asimismo de identificar al remitente del envío.
En tanto, las puertas de todos los mercadillos de esta ciudad próxima a Berlín abrieron sus puertas con normalidad, aunque se mantiene la fuerte presencia policial.
"Haremos todo lo que esté en nuestras manos por garantizar la seguridad en los mercadillos de Brandeburgo", subrayó la policía.
La detección del paquete sospechoso ocurrió durante la tarde del viernes y, tras avisar el dueño de la farmacia a la policía, se procedió a evacuar el lugar y pedir a los ciudadanos que siguieran las instrucciones de las fuerzas de seguridad.
En paralelo se desplegó en el lugar un fuerte operativo policial, incluidos equipos de artificieros, y se evacuó la zona en un radio de 100 metros alrededor de la farmacia.
Los mercadillos de Navidad abrieron esta semana en toda Alemania bajo reforzadas medidas de seguridad tras el atentado yihadista de hace un año en Berlín, en el que murieron doce personas arrolladas por un camión.
El número de agentes de policía y guardas privados en estas instalaciones se ha multiplicado, así como la disposición de bloques de hormigón y otros elementos físicos para impedir que puedan irrumpir en el mercadillo vehículos pesados.
Entre los mercados abiertos estos días está el de la Breitscheidplatz, en el centro de Berlín, donde el 19 de diciembre de 2016 el tunecino Anis Amri, un peticionario de asilo rechazado, perpetró un atentado con un camión robado.