La policía boliviana disolvió hoy con gases lacrimógenos la marcha de indígenas que protestaban en la Amazonía contra la construcción de la carretera que el gobierno de Evo Morales planea construir a través de la reserva ecológica de Tipnis.

Un contingente de al menos 400 efectivos antidisturbios de la Policía boliviana empleó gases lacrimógenos para reducir a los 2.000 marchistas que habían instalado su campamento en el puente San Lorenzo, ubicado a 350 kilómetros al noreste de La Paz.

"La policía actuó en respuesta a una nueva agresión de un grupo de marchistas", dijo el ministro de Comunicación, Iván Canelas. "La marcha ha sido desactivada porque ya se había convertido en un foco de violencia", añadió.

El dirigente indígena Alberto Baraona, en contacto con el diario digital Oxígeno, informó que hay varios detenidos, pero relató que varios lograron huir "al monte en medio de mucha confusión". El hecho ocurre un día después de que un grupo de mujeres nativas retuviera durante más de una hora al canciller, David Choquehuanca.

La intervención policial se produjo horas después de que Evo Morales anunciara un referendo en los departamentos de Cochabamba y Beni sobre la construcción de la carretera que unirá esas regiones, y tras invitar a los dirigentes indígenas a dialogar en La Paz.

Según radio Erbol, uno de los detenidos es el presidente del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), Fernando Vargas, quien hoy anunció la decisión de las etnias amazónicas de continuar la marcha, aunque una vez que baje la tensión en la zona.

Los indígenas se oponen a que la carretera, financiada por Brasil, sea construida por el medio del Tipnis, con el argumento de que la reserva natural será depredada e invadida por productores de coca.