La policía de Estados Unidos confirmó este jueves que la mujer sospechosa que desató una intensa persecución en automóvil por de las calles de Washington, fue abatida durante el tiroteo registrado en el Capitolio.
Según dijo la jefa de la policía, Cathy Lanier, la mujer murió por heridas de bala al término de la persecución que provocó cuando trató, por motivos por el momento desconocidos, traspasar en horas de la tarde local con su vehículo un puesto de control del perímetro de la Casa Blanca.
Cuando agentes del servicio secreto trataron de detenerla, huyó en su vehículo, desatando una persecución durante los algo más de dos kilómetros que separan la Casa Blanca del Capitolio y que acabó de forma mortal para ella, además de provocar el cierre de todo el recinto parlamentario, donde cientos de legisladores, empleados y turistas tuvieron que buscar refugio de forma súbita.
En el incidente resultaron además heridos dos agentes, uno en las inmediaciones de la Casa Blanca y otro en el Capitolio, cuando su vehículo chocó contra una barrera, de acuerdo con los reportes oficiales.
Asimismo, la policía confirmó que en el vehículo que provocó el incidente había un bebé de alrededor de un año del que no se dieron detalles, más allá de confirmar que se encuentra bien y bajo "protección" policial.
En su segunda comparecencia ante los medios desde el incidente, en el que se registraron tiroteos en hasta dos ocasiones, la policía volvió a insistir en que no hay nada que apunte a un motivo terrorista. Pero si bien se trata el suceso como un "incidente aislado", la policía fue enfática en subrayar que "no fue un accidente" cualquiera.