La serie de asaltos e intimidaciones sufridas en pocos días por jugadores del Napoli, el próximo club de Eduardo Vargas. así como por sus familiares y cercanos, podría estar ligada a un plan extorsivo de la Camorra, la mafia napolitana.
"La concentración temporal de estos hechos en pocas semanas de los dos últimos meses salta a la vista. Por ahora es una sospecha, pero es bueno tener alta la guardia", declaró Luigi Merolla, comisario general de Nápoles.
Todo empezó en octubre con un asalto a la casa del goleador uruguayo Edinson Cavani, al que siguieron asaltos a mano armada contra Yanina Screpanti, novia del argentino Ezequiel Lavezzi y Martina Hamsik, esposa del jugador eslovaco Marek Hamsik.
Esta última sufrió el robo de su automóvil, algo que se repitió luego con el defensor Salvatore Arónica, a quien asaltaron a punta de pistola y obligaron a entregar su vehículo.
Tras otro intento intimidatorio a Bárbara Fideleff, esposa del defensor argentino del Napoli Ignacio Fideleff, le llegó el turno a Claudio Anellucci, agente de Cavani. Su automóvil fue interceptado en una calle del centro por un "scooter" con dos jóvenes a bordo, uno los cuales rompió una ventanilla con la culata de su revólver y apuntó el arma al vientre de la esposa embarazada de Anellucci.
La ola de asaltos a jugadores y personas vinculadas al Napoli no pasó desapercibida tampoco para Corriere della Sera, que lanzó la hipótesis de que "esté en marcha un intento de extorsión contra el presidente Aurelio De Laurentiis".
Esto debido a que el dirigente del club adoptó algunas medidas que habrían puesto fin a una "tregua" consolidada durante años, entre las cuales está la venta de boletos por Internet.
Esta vía de acceso para ingresar al estadio San Paolo, que vuelve a lucir colmado como en los tiempos de Diego Maradona, amenaza el gigantesco negocio de la reventa, históricamente en manos de personajes ligados a la Camorra.
La organización apuntaría a hacerle llegar a De Laurentis un mensaje claro: "O nos deja trabajar como lo hemos hecho desde tiempos inmemoriales o actuaremos a nuestro modo y verá que actuales astros del Napoli, asustados, pedirán irse del club".
Para evitar contactos con personajes vinculados a la organización criminal, el dirigente decidió clausurar la concentración histórica de Soccavo y trasladar las prácticas del plantel al complejo deportivo de Castel Volturno, a media hora de Nápoles, donde instaló también la sede social del club.
"También a Maradona le robaron, pero le devolvieron lo que era suyo. Este fenómeno es nuevo y llama la atención que nadie se moviliza, ni devuelve lo robado", reflexionó el fiscal Giovanni Melillo, a cargo de las investigaciones.