La policía despejó hoy un campamento anti-Wall Street en el distrito financiero de Boston y arrestó a 47 personas (33 hombres y 14 mujeres), en una de las pocas grandes ciudades de Estados Unidos donde las autoridades no habían desalojado a manifestantes hasta el momento.

En una acción pacífica, más de 100 efectivos policiales irrumpieron en el área antes del amanecer, cuando muchos de quienes acampaban estaban durmiendo y cerraron las calles.   

El final del campamento en una pequeña zona cubierta de hierba al otro lado del edificio del Banco de la Reserva Federal de Boston y la principal estación de tren de la ciudad, se produjo sin la violencia vista en algunas ciudades durante el movimiento de protesta de tres meses, que comenzó con Occupy Wall Street en Nueva York.   

La policía de Boston no usó cascos ni equipos antidisturbios y no esgrimieron armas contra los manifestantes, muchos de los cuales estaban sentados y tomados por sus brazos. Otros de los indignados huyeron de la escena durante la redada.     

En una conferencia de prensa en la sede de la policía, el alcalde de Boston Thomas Menino elogió la labor de los funcionarios y la contención de los manifestantes durante el desalojo.

"En el interés de la seguridad pública en última instancia, tuvimos que actuar", dijo Menino, y agregó que la ciudad detendría cualquier intento de establecer un campamento en otras partes de la ciudad.  También indicó que la policía actuó durante la madrugada porque en ese momento había menos manifestantes.     

"Esto no ha terminado, sólo está cambiando", dijo el Comisionado de Policía de Boston, Ed Davis acerca del movimiento. La policía vigilará la asamblea general de esta noche prevista por los manifestantes en el Boston Common, un espacio verde de 20 hectáreas situado en el corazón de la ciudad.