A casi un mes del atentado en la Rambla de Barcelona, un nuevo operativo se desarrolla en la ciudad que incluyó la evacuación del templo de la Sagrada Familia, un icono de ese lugar y del turismo español.
El hecho ocurre debido a la presencia de una furgoneta sospechosa en las cercanías del recinto religioso. Por este motivo, además, se desalojó el comercio aledaño y el metro. Sin embargo, minutos más tarde, los Mossos d'Esquadra confirmó a través de su cuenta de Twitter que se trataba de una falsa alarma.
Ante un posible atentado, la policía de Cataluña acordonó la zona para realizar controles, según explicaron fuentes oficiales al medio español El País, además de activar el servicio de Tedax para revisar el automóvil.
Este control no formaba parte de ningún dispositivo especial, sino de los operativos previstos en el nivel 4 de alerta terrorista, según fuentes próximas al despliegue policial, constató la agencia de noticias EFE.