La policía griega realizó hoy una explosión controlada de una bomba con dos kilogramos de dinamita, que había sido colocada en el pasillo de una oficina de recadaudación de impuestos en Atenas.

Al parecer, el artefacto no explotó cuando estaba programado debido a una conexión defectuosa.

Una llamada anónima advirtió del intento de atentado poco antes del momento en que debía estallar el artefacto. Los empleados de la oficina huyeron del edificio en medio del pánico.

La policía sospecha que los responsables podrían ser miembros de la organización "Conspiración de Células del Fuego". En la capital griega se celebra actualmente un proceso contra 13 miembros de ese grupo. Se cree que fueron los responsables del envío de cartas y paquetes bombas a varios políticos europeos.