La Policía israelí elevó hoy la alerta de sus fuerzas al nivel 3, sobre un total de 5, tras el hallazgo de los cadáveres de los tres jóvenes judíos secuestrados el pasado 12 de junio, por el temor a un deterioro de la situación y a posibles represalias por nacionalistas judíos.

Un portavoz oficial confirmó a Efe que la Policía ha extremado la vigilancia en todo el país a raíz de "varios factores", entre ellos el deterioro de la situación en el sur de Israel tras la caída hoy de 16 cohetes disparados desde Gaza y el temor a nuevos atentados palestinos. 

Otra de las razones para adoptar la medida es el temor de que nacionalistas judíos se tomen la justicia por su mano para vengar el asesinato de los tres adolescentes, cuyos cadáveres aparecieron hoy en un descampado de Cisjordania tras una búsqueda de 19 días.

La medida se ha traducido en un mayor número de patrullas por todo el país, según el portavoz.

Una de ellas rescató hoy de una pizzería en Jerusalén a un empleado palestino que se vio acosado por decenas de clientes que protestaron su presencia en el local y exigían que se marchara inmediatamente.

Comentaristas locales explicaron que mientras proseguía la búsqueda de los adolescentes, los grupos judíos más radicales han mantenido un "bajo perfil" para no entorpecer el trabajo de las fuerzas de seguridad, pero que tras el trágico desenlace del caso no se descarta algún tipo de "represalia".

Y mencionaron al grupo "Tag Mehir" (El precio a pagar), con un largo historial de ataques contra blancos palestinos, como el más propicio para una acción de venganza.

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