La del lunes fue una noche caótica, una noche de furia, con más de 80 arrestos, protestas, incendios y saqueos en Ferguson, en el estado de Missouri. Esto, después de que un jurado resolvió no formular cargos contra el policía Darren Wilson, quien el 9 de agosto dio muerte al afroamericano Michael Brown, en plena calle.

Los disturbios comenzaron inmediatamente después de que el fiscal Robert McCulloch leyó la controvertida decisión, que ha generado indignación entre la comunidad negra de EE.UU. El caso de Brown, de 18 años, se ha convertido en uno de los más emblemáticos de los últimos años.

En medio de esta creciente tensión racial, el gobernador de Missouri, Jay Nixon, ordenó el despliegue de más miembros de la Guardia Nacional a Ferguson. "La violencia que vimos anoche no puede repetirse. La Guardia Nacional asegurará protección de vidas y de la propiedad en los días venideros", dijo Nixon. En total anoche había 2.200 miembros de la Guardia Nacional desplegados en Ferguson.

De acuerdo con The Associated Press, las protestas en Ferguson, que continuaban anoche, han sido mucho más destructivas que las demás que siguieron a la muerte de Brown.

Barack Obama condenó ayer la violencia que estalló en Ferguson."Incendiar edificios, prender fuego a automóviles, destruir bienes, poner gente en peligro... No hay excusa para eso", dijo el mandatario en una conferencia en Chicago.

El policía blanco Darren Wilson abrió fuego 12 veces contra este joven, de casi dos metros y 150 kilos, supuestamente en defensa propia tras un altercado con él. Se sospecha que Michael Brown robó cigarrillos en una tienda. Un abogado de la familia ha reconocido que tal vez el joven cometió errores, pero que en ningún caso merecía morir.

Anoche, Wilson realizó sus primeras declaraciones desde que dio muerte a Brown. En entrevista con ABC News, dijo lamentar lo sucedido, pero afirmó tener "la conciencia tranquila, porque sé que actué de la manera correcta". Según el policía, temía por su vida y por ese motivo "tuve que dispararle". Interrogado acerca de si hubiera reaccionado de la misma forma si Brown hubiera sido blanco dijo que "sí, sin duda".

De acuerdo a la cadena CNN, para anoche estaban planificadas 130 protestas en 37 estados. Hasta la tarde, se habían realizado distintas manifestaciones, desde Los Angeles a Nueva York.

Para la comunidad negra, el fallo que beneficia al policía fue todo un golpe. En EE.UU. viven 44 millones de afroamericanos, que representan el 12,8% de la población. La mayoría de ellos se siente discriminado frente a los blancos, en temas como el trato en sus respectivos trabajos, las cortes de justicia, su relación con la policía e, incluso, cuando ejercen su derecho a voto, según un estudio de Pew Research Center.

El fallo

Los abogados de la familia Brown dijeron que el proceso fue "completamente injusto", porque el fiscal del caso tenía un conflicto de interés y Wilson no fue examinado apropiadamente.

En una conferencia, el fiscal leyó los puntos principales del fallo, mientras miles de personas hacían vigilia en otros puntos del país. De lo leído por el fiscal McCulloch se desprende que el policía, quien el 9 de agosto hacía un recorrido en su patrulla, consideró a Brown como sospechoso del robo en una tienda. A esa hora, el joven caminaba por la mitad de una calle con un amigo.

Según este relato, el policía le pidió a Brown y a su amigo que se detuvieran. Entonces hubo un intercambio de palabras, pero los jóvenes siguieron su camino. Acto seguido, Wilson retrocedió con su patrulla para bloquearles el paso. En cuestión de segundos, Brown quedó a la altura de la ventana del auto policial y el oficial "abrió fuego dos veces desde dentro de la patrulla".

Luego, el joven "se dirigió hacia el boulevard Canfield y el policía lo persiguió (a pie). Brown se detuvo y se volvió hacia el policía que abrió fuego varias veces y Michael Brown quedó herido de muerte", según constata el dictamen judicial.