Entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año, la PDI ha concretado la expulsión de 1.108 extranjeros de territorio nacional, tanto por no respetar las condiciones que establecían la visa, como por haber sido sorprendido cometiendo un delito. En comparación al mismo período del año pasado la cifra incrementó en un 22%, ya que en 2013 hubo 908 casos.
Así lo revela un estudio elaborado por el Departamento de Extranjería y Policía Internacional de la PDI, el que indicó que el listado de expulsados está liderado por ciudadanos bolivianos, seguido por colombianos y peruanos (ver infografía). Las expulsiones, no obstante, son una cifra menor en comparación a los 441 mil extranjeros que residen en el país.
La subprefecto Claudia Oyanedel señaló que "la gran mayoría de las expulsiones son por ingreso clandestino, cometer delitos o residir en el país pese a tener vencidos los permisos".
Un informe elaborado por el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior dio cuenta que la principal causa por la cual se decretó la expulsión de extranjeros de Chile, entre enero y noviembre de este año, fue la entrada al país eludiendo los controles policiales, con 1.543 casos.
El segundo motivo de estos decretos fue motivado por el delito de tráfico de drogas, en que este año el gobierno ha ordenado la salida del país de 523 personas condenadas por este delito. En tercer lugar se ubican los extranjeros que estaban realizando turismo de manera ilegal, con 190 casos.
Brecha de expulsiones
Si bien en 2013 el Ministerio del Interior decretó 2.488 expulsiones, las que se concretaron llegaron a 1.175. Rodrigo Sandoval, director de Extranjería del Ministerio del Interior, señaló que "nosotros definimos quien debe ser expulsado. Quien lo concreta es la PDI. Hay un camino entre que se decreta la medida contra la persona y finalmente ésta abandone el territorio". Agregó que "hay factores que hacen que se suspenda o dilate esa salida. Primero, que se interpongan recursos administrativos y judiciales", o que "muchas veces no se le encuentra".
Desde que el extranjero es detenido, las autoridades tienen plazo de 24 horas para subirlo a un avión y sacarlo del país. Esto ha traído complicaciones, indican en Interior, pues se compran los pasajes aéreos para concretar la medida, pero se han presentado recursos legales que detienen la expulsión y el boleto no se puede reembolsar.
Respecto al aumento de los expulsados, Sandoval señaló que "los flujos migratorios han aumentado. Como hay un porcentaje estable en la cantidad de gente que expulsas en relación a la cantidad de gente que entra, cuando se aumenta un factor de la ecuación, se incrementa todo". El funcionario de Interior dijo, además, que "lo que efectivamente se ha estado haciendo, desde marzo, es normalizar los criterios de expulsión" (ver recuadro).
Por su parte, el sacerdote Idenilso Bortolotto, vicepresidente ejecutivo del Instituto Católico Chileno de Migración (Incami), indicó que muchos de los extranjeros que ingresan ilegalmente a Chile y que son expulsados "probablemente lo hacen para mejorar su calidad de vida, darle un mejor futuro a sus familias. Al final estamos hablando de una situación que tiene que ver con la pobreza estructural de sus países de origen".
En tanto, Pablo Vera, encargado del Area Legal del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), indicó que "lo que vemos más acá en el trabajo diario es que la mayoría de las personas que se les ordena ser expulsadas, es porque ingresaron clandestinamente. La causa de esto se debe a que la frontera terrestre en el norte la controla la PDI, y ahí nosotros hemos detectado muchas practicas de discriminación para extranjeros que buscan ingresar de manera regular al país".