La Policía turca intervino hoy con gases lacrimógenos para dispersar una manifestación en Ankara contra el Gobierno y en solidaridad con la víctimas del accidente minero en la provincia occidental de Manisa.
Varios miles de personas se reunieron en la céntrica plaza de Kizilay y desde allí pretendían dirigirse al Parlamento
, pero la marcha fue abortada por los antidisturbios, informó el diario turco Hürriyet.
En otra parte de la ciudad, alrededor de 800 estudiantes pretendían marchar hasta el Ministerio de Energía para protestar, pero la Policía lo impidió con varias salvas de gases.
En Estambul también se está produciendo una concentración multitudinaria en la céntrica calle Istiklal para protestar contra el Gobierno por la tragedia
que se ha cobrado hasta ahora la vida de 245 mineros, mientras que otros 120 están atrapados en la galería de la mina.
Familiares de la víctimas y vecinos de la localidad turca donde se ha producido el accidente reclamaron hoy a gritos la dimisión del primer ministro,
Recep Tayyip Erdogan,
quien acudió hoy a Manisa, para seguir la operación de rescate de los mineros que aún están atrapados en la excavación.
El Gobierno ha decretado tres días de duelo por la tragedia y ha prometido investigar lo sucedido.
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y han denunciado la falta de medidas de seguridad y la explotación laboral como las causas detrás del accidente.
Turquía tiene la peor tasa de siniestralidad laboral de Europa, con una media de tres obreros muertos al día, y los accidentes mineros son un problema crónico.
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