Los seis efectivos policiales colombianos que junto a cuatro militares recuperaron la libertad ayer después de 13 o 14 años secuestrados por las Farc presentan "buenas condiciones generales y mentales", según el primer parte médico que entregó la Clínica de la Policía Nacional.

Según el informe, solo uno de los ex cautivos, el sargento mayor César Augusto Lasso, dijo haber padecido paludismo y leishmaniasis, enfermedades comunes en las regiones tropicales. Varios de ellos presentan pérdida de peso, mientras que otros sufren de hipertensión arterial, gastritis, disminución de la agudeza visual y problemas en huesos o extremidades, precisa el informe.

El parte indica que para todos ellos se elaboró un plan de manejo, examen u observación, en varios casos por salud mental.

Lasso, de 47 años, fue puesto en libertad junto al sargento primero Jorge Libardo Forero (43) y los intendentes jefes Carlos José Duarte (41), Jorge Trujillo Solarte (41), Jorge Humberto Romero (49) y Wilson Rojas Medina (41).

Junto a ellos fueron liberados los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, que se encuentran en el Hospital Central Militar de Bogotá, donde fueron visitados hoy por el comandante del Ejército de Colombia, el general Sergio Mantilla.

Estos diez policías y militares eran los últimos rehenes "canjeables", así llamados porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia pretendían en su día canjearlos por guerrilleros encarcelados.

Las Farc, la guerrilla más poderosa de Colombia, los entregó unilateralmente este lunes en un lugar de las selvas del sureste del país a una misión humanitaria, a la que reiteró su decisión de renunciar al secuestro extorsivo y su voluntad de dialogar con el gobierno en pro de la paz.

Organizaciones civiles calculan que, aparte de los canjeables, las Farc secuestraron en los últimos años a unos 400 civiles de los que no se sabe nada.