Señor director:

Sylvia Eyzaguirre responde a mi invitación a elevar la calidad del debate sobre los planes presidenciales en educación, interpelándome por tener una opinión demasiado "categórica" y "hegemónica" sobre las opciones de futuro. Esto, debido a mi propuesta, quizá demasiado extrema, de poner el foco -a través de cuatro prioridades programáticas concretas- en el mejoramiento de la calidad integral, pero profundizando al mismo tiempo las políticas que consoliden a la educación como derecho.

La diversidad de opiniones sobre la escuela y el sistema educativo que queremos enriquece el debate público, siempre y cuando esas opiniones sean rigurosas. Lo verdaderamente extremo, hegemónico y categórico en Chile ha sido la defensa irrestricta (a pesar de la contundente evidencia sobre sus efectos negativos) del mercado y la privatización educacional; de la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación, y de una noción reduccionista de la calidad educativa.

Afortunadamente, esta realidad ha comenzado a modificarse con las reformas en curso, al menos en el sistema escolar. El desafío es iniciar un nuevo ciclo de políticas sobre la base de los cambios ya desarrollados.

Es importante que Sylvia Eyzaguirre haya aclarado que en el programa de Sebastián Piñera no hay intención de retroceder en las reformas estructurales con las que el país ya avanzó. Confío también en la intención del expresidente y su equipo de poner ahora el foco en la calidad, aun cuando la experiencia previa no sea muy esperanzadora, pues en su gobierno las principales iniciativas orientadas a mejorar la calidad en la educación escolar (como el Plan de Apoyo Compartido o el cambio curricular que hoy el propio equipo de Piñera propone corregir), tienen pocos o nulos resultados favorables que mostrar.

Gonzalo Muñoz

Ex jefe de Educación Mineduc