El V Encuentro Chileno-Peruano, una iniciativa que reúne a empresarios, políticos y académicos de ambas nacionalidades, tuvo un significado especial. No sólo por la relevancia y transversalidad de los asistentes, sino también por tratarse de la primera convocatoria posfallo de La Haya.
"En este quinto encuentro resolvimos movilizar el capital de conocimientos, amistad y confianza acumulados al servicio de esta agenda de futuro", resume el ex ministro y senador Carlos Ominami, presidente honorario de Chile 21, una de las entidades responsables de esta iniciativa, junto con Idea Internacional y la Fundación Friedrich Ebert.
La jornada de diálogo, efectuada en Lima, contó con la participación de los senadores chilenos Guido Girardi y Andrés Allamand; los ex comandantes en jefe Juan Emilio Cheyre (Ejército), Ricardo Ortega (Fach) y Miguel Angel Vergara (Armada); el ex ministro y embajador Luis Maira; el vicepresidente de Sofofa, Rafael Guilisasti, y el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami. La representación peruana tuvo entre sus integrantes a los congresistas Luciana León, Víctor Andrés García Belaúnde, Carlos Tubino, Martín Belaúnde y Lourdes Alcorta; el ex primer ministro Jorge del Castillo; el ex comandante en jefe del Ejército Otto Guibovich, y los empresarios Juan Carlos Fischer y Alfonso García Miró, entre otros.
"Es un grupo muy transversal desde el punto de vista político, con integrantes de todo el espectro, y es también un grupo muy amplio en cuanto a orígenes y trayectorias", dice Ominami. Añade que ahora el énfasis está puesto sobre la agenda de futuro: "El grupo ya cumplió un ciclo. Se trataba de acompañar el proceso en La Haya tras un doble objetivo: crear conciencia en la sociedad respecto de la necesidad de un acatamiento pleno y de buena fe del veredicto y, por otra parte, ayudar a elaborar una agenda post La Haya. Esta fase se ha cumplido con éxito. Estamos en condiciones de pasar a una nueva".
Y si en el anterior encuentro los participantes acordaron proponer "a sus respectivos gobiernos que desde ya comiencen a construir una agenda de futuro", ahora dialogaron sobre lineamientos más concretos que debería incluir esa agenda. Ominami enumera los principales: facilitación fronteriza, integración energética, cooperación en el ámbito minero. "Un objetivo central es el impulso al polo de desarrollo constituido por Arica y Tacna. Hay allí un potencial enorme. Falta, sin embargo, una política pública vigorosa: hay que hacer más expedito el tránsito entre las fronteras, garantizar un buen sistema de roaming y de transferencias bancarias. Tacna y Arica deben ser aeropuertos de alternativa, etc.", afirma.
También menciona la necesidad de "desarrollar un diálogo político destinado a fortalecer nuestros sistemas democráticos y a profundizar la integración sudamericana. Juntos con Perú debemos hacer esfuerzos para articular los países del Atlántico con los del Pacífico, superando la oposición que algunos han tratado de establecer".