Varios dirigentes polacos destacaron hoy la responsabilidad de Alemania y la ex Unión Soviética en la derrota de Polonia en septiembre de 1939 y advirtieron contra una falsificación de la historia, durante los actos conmemorativos del 70 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Durante el acto central, celebrado en la península de Westerplatte, donde comenzó la Segunda Guerra Mundial, el Presidente polaco, Lech Kaczynski, puso de relieve la resistencia que mostraron los soldados polacos ante el ataque alemán hasta que el Ejército Rojo invadió el este de Polonia, el 17 de septiembre de 1939.

"Ese día, Polonia recibió una puñalada por la espalda", dijo Kaczynski, que considera que los rusos traicionaron a los polacos tras el pacto firmado por Hitler y Stalin.

Kaczynski comparó el asesinato de oficiales polacos en Katyn con el Holocausto, a pesar de las diferentes dimensiones de ambos crímenes. "Los judíos murieron porque eran judíos. Los oficiales polacos murieron porque eran polacos", dijo el presidente en alusión a los 15.000 soldados polacos que murieron a manos de los servicios secretos rusos en el bosque de Katyn y en otros dos lugares.

También el primer ministro polaco, Donald Tusk, habló del "asalto" alemán y soviético a Polonia, aunque aseguró que su país no quiere utilizar la conmemoración en contra de nadie.

Tusk advirtió contra el olvido o la falsificación de la historia. Polonia, Europa y el mundo no pueden vivir seguros si no hay "un recuerdo sincero", afirmó Tusk, que se mostró a favor de una memoria histórica conjunta por parte de todos los participantes en el conflicto.

Tusk firmó el documento de fundación para el futuro museo de la Segunda Guerra Mundial que se abrirá en Gdansk dentro de cinco años. Según está previsto, el museo tendrá en cuenta las experiencias de todas las naciones implicadas. Por eso, su directiva incluirá a historiadores alemanes y rusos.

La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 con el bombardeo de la península de Westerplatte por parte del buque alemán "Schleswig-Holstein". Este lugar es el principal escenario de recuerdo para los polacos, por delante de Auschwitz o Varsovia.

A las conmemoraciones del 70 aniversario del inicio del conflicto bélico acudió la canciller alemana Angela Merkel, así como el primer ministro ruso Vladimir Putin, pero no el Presidente estadounidense, Barack Obama, lo que ha supuesto una decepción para los dirigentes polacos.