Polonia conquistó su segundo título mundial de vóleibol masculino, cuarenta años después del  primero, tras derrotar por 3-1 a Brasil, que había ganado las tres últimas  ediciones.

Los polacos perdieron el primer set y luego remontaron brillantemente,  guiados por su público, de esta forma ganaron el duelo con parciales de 18-25, 25-22, 25-23, 25-22. Consiguieron así cobrarse  la revancha sobre Brasil, su verdugo en la final del Mundial de Japón 2006.

El triunfo de su equipo en el Mundial desató la fiesta en el Spodek Arena, lleno con 12.000 espectadores, y en todo un país que vibra con el vóleibol, uno  de los deportes más populares y capaz de rivalizar con el fútbol.

Brasil aspiraba a hacer historia con un cuarto título mundial consecutivo,  algo que ningún país ha conseguido, tras los éxitos de 2002, 2006 y 2010. El  récord queda en tres, los suyos y los logrados por Italia en 1990, 1994 y 1998.

En el palmarés, los brasileños no pudieron acercarse un poco más a la Unión Soviética, el país que ha conseguido más títulos, con los seis que logró entre 1949 y 1982. 

En las últimas grandes finales, Brasil ha terminado en lágrimas y no  precisamente de emoción. Perdió la de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 contra Rusia, y el pasado mes de julio también alcanzó la final de la Liga Mundial, pero  terminó cayendo ante Estados Unidos en Florencia, Italia.

Polonia, por su parte, sólo había logrado ganar el Mundial en una ocasión,  aunque ya lejana.  Fue en México 1974, cuando superó a la Unión Soviética, un éxito legendario para el vóleibol nacional en los años de la 'Guerra Fría'. Las nuevas  generaciones pueden actualizar las imágenes de sus héroes con esta hazaña de Katowice.