La misma semana en que Patricio Contesse Fica asumió la dirección ejecutiva de Norte Grande, logró sellar un refinanciamiento de pasivos con el banco Scotiabank para los créditos por US$ 250 millones que registraban Pampa Calichera y Potasios y darle una holgura de tres años en los vencimientos más cuantiosos e inmediatos.
De esta forma, las sociedades ligadas al empresario Julio Ponce y que controlan indirectamente SQM, comprometieron el pago de US$ 25 millones de fondos propios, para prepagar US$ 10 millones de los US$ 100 millones que le debía Potasios al Scotiabank. Los restantes US$ 90 millones fueron aplazados para pagarse en dos cuotas: una en diciembre de 2018 por US$ 10 millones y la otra en enero de 2020 por US$ 80 millones. El crédito vencía originalmente en julio de 2018.
Este préstamo se redenominó en pesos, para lo que se fijó un pago de dólares a través de un contrato de derivados y también cambiaron la tasa de interés, la que ahora será de 4,691% hasta el 27 de diciembre de 2017, y de ahí en adelante de 5,96% anual. Antes estaba denominado a una tasa de Libor 90 +2,00%.
El segundo refinanciamiento, y que vencía en diciembre de este año, fue de la deuda que Pampa Calichera había adquirido con Scotiabank por US$ 150 millones. En este caso, ayer se prepagaron US$ 15 millones y el saldo del capital adeudado también fue reprogramado en dos cuotas para las mismas fechas que Potasios. La de diciembre de 2018 por US$ 15 millones y la de enero de 2020 por los US$ 120 millones restantes. También fue redenominado en pesos, con un contrato de derivado y se modificó la tasa de interés a 3,6% anual hasta el 27 de diciembre de 2017, y para adelante de 5,96% anual.
Además, decidieron cambiar la sociedad prestamista. Ambos créditos habían sido emitidos inicialmente por Scotiabank and Trust con sede en las Islas Caimán, a quienes ayer se les prepagaron los US$ 25 millones. Los restantes US$ 225 millones que se reprogramaron fueron cedidos a Scotiabank Chile.
Los US$ 25 millones que ayer desembolsaron Pampa y Potasios son parte del dividendo provisorio que anunció en noviembre del año pasado SQM, donde ambas sociedades tienen acciones de manera directa. Pampa suma el 23,06% de las acciones, por lo que recibió cerca de US$ 51,9 millones, y Potasios posee el 6,91% de los títulos por lo que habría recibido del orden de US$ 15,5 millones.
Holguras para negociar
La situación financiera de las cascadas es lo que más preocupa a sus directores, y por lo mismo, tanto el gerente general Ricardo Moreno, el presidente del directorio, Rafael Guilisasti y el nuevo director ejecutivo, Patricio Contesse Fica, se han dedicado a buscar nuevas formas de refinanciamiento de los pasivos más urgentes. Ahí se registra, por ejemplo, el crédito por US$ 70 millones que consiguieron las cascadas en septiembre de 2015 para prepagar deuda.
Esta tarea es crucial, comentan, porque permite tener las holguras necesarias para enfrentar la segunda negociación de las acciones que poseen en SQM y que se activó luego que fracasara a fines del año pasado el intento por vender a inversionistas chinos el 23% que Pampa tiene en la minera. En esa ocasión, el conflicto con Corfo y la posibilidad de tener que lanzar una OPA por todo SQM fue clave para desactivar el pacto que estaba a punto de ser firmado.
Por lo mismo, en este segundo intento, están estructurando una venta acotada a un negocio financiero y no indexado a los resultados mineros ni de juicios arbitrales. En los próximos días podría haber novedades respecto al avance de estas negociaciones, que liderarán Contesse Fica y Guilisasti.
Sin tener la presión de un vencimiento a la vuelta de la esquina, es mucho más fácil sentarse a negociar un precio conveniente, dicen las fuentes.
Pero los aplazamientos que firmaron ayer no son sostenibles en el tiempo. En total, las firmas suman deudas por US$ 556 millones con entidades bancarias, además de los US$ 220 millones que le resta cancelar a Pampa Calichera por el bono que emitió en 2007 por US$ 250 millones a 15 años. En las obligaciones no corrientes (exigibles a más de un año), las cascadas consolidan deudas por US$ 776 millones al cierre del tercer trimestre de 2016. En el detalle, Pampa Calichera le debe US$ 73 millones a Itaú Corpbanca, mientras que Oro Blanco debe otros US$ 101 millones al mismo banco. Potasios también tiene una deuda con Itaú Corpbanca por US$ 83 millones y con el Banco Santander por US$ 15 millones. Norte Grande, en tanto, registra una deuda de US$ 32 millones con Itaú Corpbanca.
Bono pierde fuerza
Aunque se especuló en un momento que alguna de las sociedades cascadas emitieran un bono para mejorar la posición financiera, la idea no está dentro de los planes de las sociedades, principalmente por la poca flexibilidad que presentan los bonos y porque no hay una sola contraparte con quien negociar.