El padre de Amy Winehouse tomó la decisión de poner en venta la casa en donde vivió y murió su hija, el pasado 27 de julio.
Así lo consigna el sitio web del medio británico The Sun, donde añaden que la casa londinense está avaluada en US$ 4,2 millones.
Desde la muerte de Winehouse, la propiedad ha servido como centro de peregrinación para miles de sus admiradores, quienes llegan hasta el lugar dejando como ofrendas cajetillas de cigarros y botellas con alcohol.