Por primera vez en el año, la popularidad del Presidente de Bolivia Evo Morales repuntó para ubicarse muy cerca el 64% con que fue elegido para un segundo mandato en 2010.
De acuerdo con una ancuesta de la firma Ipsos, divulgada por el diario El Deber, el mandatario subió 11 puntos, de 48 a 59% en seis meses. Y su desaprobación "disminuyó 13 puntos en el mismo lapso, de 46 a 33%", destacó el diario.
Las zonas rurales nuevamente se constituyeron en el nicho electoral de Morales con un 69% de aprobación, según el registro demoscópico.
El sondeo consultó a 1.606 personas de ambos sexos de entre 18 y 70 años entrevistadas entre el 5 y 23 de octubre de este año en las capitales de los nueve departamentos de Bolivia, además de 14 ciudades intermedias y 34 poblaciones rurales, señaló el rotativo.
La muestra también benefició al vicepresidente Alvaro García Linera con un 52% a su favor y una desaprobación del 37%.
En cambio la oposición recogió apenas el 24% de las adhesiones, a dos años de las elecciones generales de diciembre de 2014 en las que Morales podría buscar un nuevo mandato.
Según el analista Carlos Cordero, cientista político y docente universitario, la mejora en la imagen de los mandatarios se debió a que "la clase media (..) está cambiando esa percepción negativa por una positiva" debido a la creciente presencia de ambos gobernantes en los medios, "dando mensajes y entregando obras en diversas partes del país".
Una reciente medición de Ipsos en octubre pasado por encargo del diario Página Siete registró que Morales contaba entonces con una aprobación ciudadana del 43%. La encuesta abarcó a 808 personas de cuatro principales ciudades del país.
Morales llegó a la presidencia en enero de 2006, luego de ganar las elecciones con el 54% de los sufragios, y comenzó su segundo mandato en enero de 2010 tras revalidar el cargo con el 64% de los votos.
Los años siguientes la imagen presidencial sufrió un fuerte bajón debido a un intento fallido de subir el precio de las gasolinas en más del 80% y una brutal represión policial contra indígenas de la Amazonia opuestos a un proyecto vial por una reserva ecológica.