El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, registra por primera vez desde su investidura un bajo apoyo entre la población. Los índices de popularidad del mandatario cayeron por debajo del 60 por ciento, por primera vez desde que asumió el poder en enero pasado.

Según una encuesta realizada por ABC News y The Washington Post, el índice de aprobación de Obama descendió al 59 por ciento, lo que significa una caída del 10 puntos menos que su nivel logrado en los primeros meses de su cargo. 

Además, el 52 por ciento de los encuestados aprueba su trabajo en materia económica, mostrado una caída de ocho puntos menos que su mayor nivel logrado en el último sondeo.

Por otra parte, el 49% aprueba sus planes para la salud, lo que muestra un descenso de ocho puntos, y solamente el 43 por ciento aprueba su manejo del déficit presupuestario heredado del gobierno de George W. Bush.

Asimismo, el número de voces críticas contra la reforma sanitaria subió del 29 al 44 por ciento en el mismo periodo. La modernización del sector de salud es considerada uno de los principales proyectos en política interna del gobierno de Obama.

El escepticismo creció incluso en el propio Partido Demócrata. Varios senadores y diputados de la formación política del Presidente se han mostrado preocupados por los inmensos costos previstos por la reforma, correspondientes a un billón de dólares (702.000 millones de euros) en los próximos diez años.

Obama pidió al Congreso que apruebe con celeridad el proyecto. El Mandatario espera que las comisiones parlamentarias hayan debatido todas las propuestas de ley hasta el comienzo de la pausa de verano (boreal) en el Legislativo, a comienzos de agosto.