Si eres alto, lo más probable es que tu padre y tu madre también lo sean.
Y aunque esta observación pueda resultar evidente, para los científicos siempre ha sido un misterio entender -más allá de la importancia de los genes para determinar la altura- los elementos genéticos clave que explican las variaciones.
Ahora, un equipo internacional de investigadores dice haber identificado cerca de 700 variantes genéticas y más de 400 regiones del genoma humano que influyen directamente en la altura de una persona.
El estudio, afirman sus autores, puede allanar el camino para desarrollar una prueba sencilla para tranquilizar a los padres que tengan dudas en torno al crecimiento de sus hijos.
La investigación, que involucró a más de 300 instituciones del consorcio GIANT (Genetic Investigation of Antrhopometric Traits), analizó los genomas de más de 250.000 personas a fin de buscar las mutaciones que juegan un rol clave en determinar la altura de un individuo.
Según los científicos, que publicaron el estudio en la revista especializada Nature Genetics, este hallazgo podría permitirles a los médicos diagnosticar anomalías en el crecimiento de los niños y entender en mayor profundidad enfermedades en las que la altura es un factor, como el cáncer, la osteoporosis o las enfermedades coronarias.
"Muchos de los genes que identificamos son probablemente reguladores importantes del crecimiento del esqueleto, pero hasta ahora no sabíamos que jugaban un rol. Algunos pueden incluso ser responsables de síndromes -que aún no tienen una explicación- que afectan el desarrollo del esqueleto en los niños", explica Joel Hirschhorn, del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, y coautor de la investigación,
Por otra parte, podría aportar información clave en el campo de la ciencia forense.
"En un par de años, puede que sea posible tomar una muestra de ADN de una escena en la que se cometió un crimen y decirle a la policía que el sospechoso puede ser de una cierta altura", explica Timothy Frayling, investigador de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y uno de los principales autores del estudio.
80% genética, 20% alimentación y medio ambiente
Según estudios previos, nuestra altura está determinada en un 80% por los genes. El otro 20% depende de factores como la nutrición y el medio ambiente.
Sin embargo, recién ahora se ha comenzado a explorar cuáles son los genes y las porciones de ADN involucradas en el proceso.
El primer gen de la altura fue descubierto en 2007, pero los investigadores de GIANT creen que miles de genes y regiones de ADN pueden estar relacionadas con la altura.
Hasta ahora se conocía el 12% de los factores que hacen que la altura sea un rasgo hereditario, ahora, se conoce el 20%.
En opinión de Joel Hirschhorn, coautor de la investigación, si se extiende el rango del estudio para incluir millones de personas de diferentes etnias, se podría, eventualmente identificar el total de los genes involucrados en su componente hereditario.