El espectacular avance logrado  por el Frente Nacional   en la primera vuelta de las elecciones municipales en Francia no sólo ha asentado la idea del tripartidismo en ese país, sino que confirma, según los expertos, una tendencia evidente en Europa desde hace tiempo: el fuerte crecimiento del "euroescepticismo" y el populismo. A continuación, algunas de las razones del ascenso del grupo nacionalista radical francés liderado por Marine Le Pen.

1 La estrategia de Marine

Hace siete años, el Frente Nacional era considerado por muchos como una fuerza gastada. En gran parte, el responsable de este declive era el propio líder del partido, Jean-Marie Le Pen, por el efecto que causaban sus continuos ataques contra los inmigrantes y los judíos. Pero eso comenzó a cambiar en 2011, cuando cedió el mando de la colectividad a su hija Marine, quien se preocupó de quitarle esa imagen de grupo xenófobo. "Ella ha  profesionalizado al partido, aplicando una política de tolerancia cero para sus miembros sobre comentarios racistas en público (...) y ha renovado su agenda económica citando a economistas ganadores del Premio Nobel como Joseph Stiglitz y Paul Krugman para dar credibilidad a su oferta", apunta la académica francesa Cécile Alduy, quien prepara un libro sobre Marine Le Pen. A juicio de Matthew Goodwin, investigador de la Universidad de Nottingham, "la 'estrategia de desintoxicación' de Le Pen está incrementando el atractivo de su partido dentro de la sociedad francesa". "El Frente Nacional es mucho menos repulsivo de lo que era en años recientes", comentó Jean-Daniel Levy, analista de la encuestadora  Harris Interactive.

2 Fenómeno continental

A tres meses de las elecciones  parlamentarias europeas del 25 de mayo próximo, el avance del Frente Nacional confirma y apuntala además la ola creciente de partidos nacionalistas radicales y populistas en el Viejo Continente. El propio Goodwin recuerda que movimientos de esta tendencia también han prosperado en países como Austria y Holanda, por ejemplo. Cas Mudde, politólogo holandés y autor del libro Partidos de derecha radical populista en Europa, estima que 12 de los 28 estados en la Unión Europea verán a colectividades de esta tendencia entrar al Parlamento Europeo.  El tema fue en cierta manera abordado incluso por Marine Le Pen, quien en una entrevista con la agencia Ansa llamó a la unidad de "todas" las fuerzas euroescépticas con vistas a las elecciones del bloque de la UE.   "Pido a todas las fuerzas euroescépticas de Europa aliarse en defensa de los Estados, del regreso a la democracia, de la soberanía de los pueblos y de las identidades nacionales", dijo la máxima dirigenta del Frente Nacional. Según Ansa, la victoria de Le Pen tendrá un efecto aglutinador en aquellas fuerzas del continente que le han declarado la guerra a la moneda única y a las políticas de la austeridad y rigor de Bruselas.

3 "No" al bipartidismo

Un sondeo de la encuestadora CSA publicado en vísperas de la primera vuelta de las elecciones municipales en Francia reveló que un 46% de los consultados dijo estar "disgustado" con los principales partidos, mientras que un 30% afirmó que este resentimiento podría ser un factor en su elección el día de los comicios. "Los votantes no están buscando el candidato más competente, sino el que comparte sus sentimientos sobre el estado de la sociedad francesa", afirma Levy. Según Le Pen, impulsado por el descontento hacia el Ejecutivo socialista de François Hollande, y por los escándalos que salpicaron a la derechista UMP de Nicolas Sarkozy, el Frente Nacional ha dado por terminada la "bipolarización" política.

4 Señal a los jóvenes

Alduy señala que Le Pen "ha salido a ganar el voto de la juventud". En ese sentido, la investigadora francesa afirma que la hija de Jean-Marie Le Pen ofrece "rápidas promociones dentro del partido a los activistas jóvenes". Prueba de ello, asegura, el 14% de los candidatos del Frente Nacional en las elecciones municipales de marzo tiene 30 años de edad o menos. Asimismo, según Alduy,  Le Pen ha reclutado a un nuevo cuadro de veinteañeros y treintañeros "con las manos limpias y pasados inequívocos".