"El nuevo Godzilla es gordo, demasiado grande y cuesta abarcarlo con la vista", fue la cruel sentencia del público japonés al ver los primeros adelantos del reboot del clásico monstruo gigante creado a mediados de los años 50. Y tienen razón. Con 30 películas a cuestas, el lagarto/dinosaurio radiactivo o Kaiju no ha parado de crecer, ya que desde su nacimiento en 1954 hasta 2014, su tamaño habría aumentado cerca de 100 metros, según las estimaciones de Craig McClain, un biólogo marino.

En su sitio, McClain, quien es subdirector de ciencia en el National Evolutionary Synthesis Center mezcla la realidad con la ciencia ficción afirmando que el crecimiento del monstruo no tiene que ver con la radiactividad, y que el aumento en su altura de los 50 metros hasta los 150 metros de la última película se relaciona con sus necesidades evolutivas, haciendo alusión a la llamada Regla de Cope.

De acuerdo al biólogo hay una respuesta más simple para el fenómeno, y tiene que ver con el alto de los rascacielos. Para adaptarse al tamaño de los edificios, que también han ido aumentando con el paso de los años, el monstruo ha tenido que evolucionar para ver por encima de ellos y visualizar mejor los recursos alimenticios. Esto le permitiría extender sus expectativas de vida para transmitir sus genes, distinguiéndose sobre las estructuras para llamar la atención de una potencial compañera sexual. Teniendo esto en cuenta, el científico además asegura que de existir una nueva película de Godzilla en el año 2050, su altura será de 288,4 metros.

Finalmente, McClain afirma que los destrozos no son el único problema, ya que una criatura como la que veremos en la película produciría cerca de medio millón de litros de orina al día.