En mayo de 2011, las cableoperadores VTR, Movistar, Claro y DirecTV se unieron para para analizar el avance de una tecnología que en aquél entonces, ya acumulaba un par de años de vida: los decodificadores piratas, aparatos que por bajo costo permitían el acceso a casi 200 canales satelitales, privados, premium y en alta definición.

Al año siguiente, la iniciativa, algo más organizada, decidió dar el primer golpe: un "apagón", que buscaba dejar sin acceso a quienes utilizan servicios de TV satelital de forma pirata, dando como resultado 200 mil usuarios sin señal y una fuerte caída en las ventas de los aparatos.

La idea de bloquear y dejar fuera de servicio estos dispositivos comercializados en el mercado informal tuvo un nuevo impulso en 2013, cuando una nueva alianza buscaba de forma más seria la colaboración de la industria contra el uso de los ya populares -e indestructibles- decodificadores piratas.

Y este año, la alianza lanzó su primera campaña publicitaria, considerando las preocupantes cifras: en octubre de 2014, la lista de suscriptores por operadora era liderada por VTR (1 millón de suscriptores), seguido de Movistar (580 mil), Claro (466 mil), DirecTV (452 mil), y un amenazante quinto lugar ocupado por las cajas "FTA" (Free to Air) que con 300 mil suscriptores "oficiales" -determinados por su entrada en aduana- se afirmaban como una alternativa ilícita, pero real.

Los decodificadores, que permiten capturar las señales satelitales de TV protegidas por derecho de autor, son traídos al país muchas veces disfrazados como consolas de videojuegos o dispositivos destinados a tomar señales libres de TV abierta, aunque su software es adulterado para acceder a los sistemas de seguridad que protegen los contenidos de los operadores de TV paga, ofreciendo el producto con valores que en principio parecen muy atractivos. Aún así, a largo plazo el costo aumenta, ya que se entrega un servicio inestable y sin atención al cliente.

Las cifras para la industria son altas. En Latinoamérica las operadoras han perdido 3.200 millones de dólares, y 66 millones corresponden a Chile. Según Daniel Steinmetz, Jefe de Antipiratería de FOX Latam, en el país lidera el consumo de señal robada, seguido por las cajas FTA, el subreporte (operadores reportando menos suscriptores), las cableoperadoras piratas y la piratería online.

Entre las medidas para disminuir esta cifra se considera el monitoreo de las señales, entrenamiento a las autoridades y allanamiento. El resultado hasta ahora: 7 mil avisos en el sitio de compras Mercado Libre, la salida de AZ BOX (que ya no opera en la región), y "nueve querellas por retransmisión, con diversas acciones legales de los proveedores", de acuerdo a Gianpaolo Peirano, Director Legal de DirecTV.

Asimismo, las operadoras lanzaron una nueva campaña que a través de tres spots, intentarán concientizar a los consumidores para que no compren decodificadores ilegales o piratas. Así, la invitación es a "elegir televisión legal" bajo la consigna "no ahorres con tu entretenimiento", enfocándose en contenidos de deporte, series y niños.

Eduardo Costoya, Presidente de la Comisión de Telecomunicaciones del Colegio de Ingenieros, afirma que las operadores se encuentran en el camino correcto, aunque también asegura que la demanda hace que siempre existirá un suministro de estos aparatos, y que tal como lo aseguran algunos especialistas, es prácticamente imposible dejar de clonar los decodificadores.

La idea, explica Costoya, "no es controlar al usuario que en un pueblo pequeño instala una antena pirata, sino a los importadores que ingresan 60 mil decodificadores impunemente".

"Tal como la droga, se debe castigar a quien la distribuye", señala.