Un equipo internacional de científicos inició un proyecto pionero para investigar cómo la sobrepesca está afectando el comportamiento y desarrollo de los peces.
"La evidencia es muy clara. El tamaño de casi todas las especies comerciales se ha reducido", señaló Carl Lundin, biólogo marino y director del Programa Global de Estudios Marinos y Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En el caso de especies como el bacalao, las hembras grandes representan una ventaja porque producen cantidades importantes de huevos y tienen un papel crucial en la recuperación de poblaciones.
Si la pesca comercial retira selectivamente los individuos de mayor tamaño, las dimensiones de los peces será menor y la industria acabará sufriendo las consecuencias, señaló Lundin.
Los investigadores creen que la reducción de tamaño no es el único impacto de la pesca industrial en los océanos. Algunos estudios señalan también que los peces se están reproduciendo antes.
Experimento
La bióloga Beatriz Díaz Pauli y sus colegas en la Universidad de Bergen, en Noruega, comenzaron un experimento que busca descifrar qué cambios se están dando en los peces de los océanos.
Los científicos establecieron nueve poblaciones de peces de la especie Poecilia reticulata, conocidos comúnmente como peces guppy, lebistes o peces millón, una especie de colores vistosos procedente de Centroamérica y muy popular en acuarios.
Cada población tiene entre 500 y 900 individuos. En los próximos años, Díaz y sus colegas retirarán todos los peces que midan más de 16 mm en tres de los tanques.
En los otros, los investigadores extraerán peces menores de 16 mm o una selección de peces independientemente del tamaño. Estos tanques serán el grupo de control para estudiar las consecuencias de modificaciones en la densidad de las poblaciones.
Los expertos registrarán en forma meticulosa cada cambio en el ritmo de crecimiento, edad de madurez reproductiva, hábitos de apareamiento y alimentación.
Adaptación o cambios heredados
Los científicos esperan descifrar si las variaciones observadas son el resultado de una adaptación a nuevas condiciones –lo que se conoce como respuesta plástica- o la consecuencia de cambios genéticos.
Las respuestas plásticas no son heredadas. Un organismo puede tener un tamaño menor, por ejemplo, por limitaciones en su alimentación, pero sus crías no heredarán esta tendencia a una dimensión reducida.
Las respuestas genéticas, en cambio, son heredadas e incluso si las crías vivieran en un medio con abundancia de alimentos continuarían siendo pequeñas.
Determinar la naturaleza de los cambios en los peces ayudará a comprender cómo se recuperan las poblaciones cuando se elimina la sobreexplotación.
"Si creamos un sistema para proteger 20 o 30% del hábitat de reproducción de especies comerciales clave, es mucho más probable que puedan evitarse problemas", dijo Lundin.
El estudio de los científicos de la Universidad de Bergen permitirá evaluar en forma aislada el impacto de la sobrepesca, en forma independiente de otros posibles factores.
Los investigadores presentaron su experimento en el encuentro de la Sociedad Europea de Biología Evolutiva, en Alemania.