Si bien aún no han regresado, los expertos lograron al menos resolver el misterio que rodeaba su partida.

Los leones marinos de San Francisco son casi tan famosos como los tranvías de la la ciudad o el puente de Golden Gate.

Según señala el corresponsal de la BBC en Los Angeles, Peter Bowes, estos ruidosos y olorosos animales se instalaron veinte años atrás y sin ninguna razón aparente en el muelle 39.

Los primeros llegaron a fines de 1989 y cuando las autoridades les permitieron quedarse, transformaron la zona en su residencia definitiva.

Desde entonces, su población creció rápidamente y se convirtieron en una atracción turística popular.

Se estima que cerca de 12 millones de personas al año visitan el muelle atraídos por los restaurantes, las tiendas, el acuario y los leones marinos.

EN BUSCA DE ALIMENTOS
Sin embargo, en los últimos dos meses, iniciaron un éxodo masivo.

De 1.700 quedaron tan sólo unos pocos.

Para las autoridades esto significa un problema ya que estaban organizando una fiesta para celebrar el 20º aniversario de su llegada el 15 de enero.

En un principio los expertos no daban con la causa. Algunos sugerían que la huida podía estar ocasionada por un terremoto inminente.

Pero más tarde, hallaron la respuesta: los leones marinos fueron vistos en la costa de Oregon.

Según los científicos es normal que los animales se dirijan al norte en busca de alimentos durante el invierno, aunque es poco usual que sean tantos los que emigren.

Sue Muzzin, directora de relaciones públicas del muelle 39, aún confía en que los leones marinos regresarán.

"Con los animales nunca se sabe. Si no llegan para el 15 de enero, celebraremos con los pocos que están aquí", aseguró Muzzin.