El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, insistió en que la paz en el este de Ucrania pasa por que Kiev pueda restablecer el control sobre la frontera ruso-ucraniana, ahora parcialmente en manos de los separatistas prorrusos.
"Es imposible alcanzar un acuerdo de paz (con los rebeldes) sin que Ucrania restablezca el control total sobre la frontera" con la vecina Rusia, dijo Poroshenko al reunirse en Kiev con la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, Victoria Nuland.
Aunque el protocolo de alto de fuego firmado hace un mes de Minsk contempla la creación de una zona de seguridad bajo vigilancia internacional en la frontera con Rusia, los rebeldes entienden que en ningún caso puede significar el acceso de tropas ucranianas a esa demarcación, controlada ahora mismo por las milicias.
Poco después de que se conocieran los detalles del acuerdo que permitió poner fin a los combates entre los dos bandos, el líder de la autoproclamada república popular de Luhansk, Ígor Plotnitski, dejó claro que para los rebeldes Ucrania ya no tiene soberanía sobre los territorios que controlan los prorrusos.
"¿Qué es una zona de seguridad en la frontera de nuestras repúblicas con Rusia? Si se trata de una maniobra para tratar de cercar nuestras repúblicas, no lo aceptaremos", dijo entonces.
Por otro lado y a pesar de que la tregua entre Kiev y los prorrusos se respeta en general, siete civiles murieron el pasado fin de semana por bombardeos de artillería en la ciudad de Donetsk, habitada por un millón de personas antes del estallido de la guerra hace más de cuatro meses.
Desde hace varios días, los dos bandos luchan por el control del aeropuerto internacional de esa ciudad, una batalla que ya ha dejado varios muertos en ambos lados de la contienda.
Los prorrusos han justificado su asalto al recinto en medio de la tregua con el argumento de que las fuerzas ucranianas disparan desde ese lugar contra la ciudad, mientras Kiev acusa a los rebeldes de atacar sus posiciones con el objetivo de arrebatarles la estratégica plaza.
Según la prensa, en caso de que el aeropuerto caiga en manos rebeldes, la Unión Europea podría adoptar nuevas sanciones económicas contra Rusia.
El aeropuerto ha sido el mayor foco de tensión entre Kiev y los separatistas desde que ambos bandos declararan el alto el fuego y acordaran el 19 de octubre el repliegue del armamento pesado de una zona de seguridad de 30 kilómetros.