El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, llegó hoy a la zona de conflicto en la región de Donetsk, cuando se cumple la cuarta jornada desde que el Gobierno y los separatistas prorrusos acordaran un alto el fuego en el este del país.
Poroshenko llegó a la ciudad de Mariúpol, sede provisional del gobierno regional leal a Kiev y el principal puerto en el mar de Azov, en cuyas inmediaciones se encuentran las milicias rebeldes desde finales de agosto.
Según la Presidencia ucraniana, el jefe de Estado tiene previsto inspeccionar las empresas, industrias y la infraestructura de transporte de la ciudad, la segunda en importancia en la región.
Las fuerzas de seguridad ucranianas reconocieron hoy que la situación en la zona es estable, aunque durante la noche hubo varios intentos de aproximación hacia Mariúpol por parte de los insurgentes prorrusos.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, estimó en cuatro tanques, tres blindados y decenas de milicianos las bajas sufridas por los rebeldes.
Tanto el mando militar ucraniano como los sublevados han denunciado violaciones de la tregua acordada en Minsk desde el mismo momento en que fuera decretada a las 18:00 hora local del viernes pasado.
Los incidentes más graves se registraron este fin de semana en Mariúpol, donde una mujer de 33 años murió el domingo tras ser alcanzada por esquirlas en medio de los combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El presidente de turno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Didier Burkhalter, admitió hoy que no es optimista "en absoluto" en relación al alto el fuego en Ucrania.
El Grupo de Contacto para la crisis ucraniana, integrado por representantes de Ucrania, Rusia, la OSCE y los separatistas prorrusos, celebrará hoy una videoconferencia para ultimar el intercambio de prisioneros y la apertura de corredores humanitarios.